MIAMI (AP) _ D´Zhana Simmons dijo que se sintió como una "persona falsa" durante 118 días sin un corazón que latiera en su pecho. "Pero sé que realmente estaba aquí", dijo la adolescente de 14 años, "y viví sin un corazón´´.
Al ser dada de alta el miércoles de un hospital de Miami, Simmons pareció maravillarse de lo que ha padecido. Desde julio, fue sometida a dos trasplantes de corazón y sobrevivió con bombas cardíacas artificiales -pero sin corazón- durante cuatro meses .
D´Zhana y sus padres supieron que padecía una hipertrofia cardíaca, por lo que el órgano carecía de la fortaleza suficiente para bombear adecuadamente la sangre. Se trasladaron de su aldea, Clinton, en Carolina del Sur, al Hospital Infantil Holtz en Miami para un trasplante.
Empero, el nuevo corazón no funcionó adecuadamente, por lo que los cirujanos lo extirparon dos días después. Además, hicieron algo inusual, especialmente con un paciente joven: Reemplazaron el corazón con un par de bombas artificiales que mantuvieron el flujo sanguíneo hasta que fuera sometida a un segundo trasplante. Peter Wearden, un cirujano cardiotorácico del Hospital Infantil de Pittsburgh que trabaja con el tipo de bombas utilizadas en este caso, dijo que lo logrado por el equipo médico de Miami ``es muy importante´´.
Las bombas, aparatos de asistencia ventricular, son utilizadas generalmente en conjunción con el corazón para ayudar a que las cámaras circulen la sangre.
Con el corazón de D´Zhana extirpado, los médicos del Hospital Infantil Holtz confeccionaron cámaras cardiacas de sustitución con un tejido especial y las conectaron a las dos bombas.
Aunque los corazones artificiales han sido aprobados para los adultos, ningún modelo ha recibido la aprobación federal para ser utilizados en niños. En general, los pacientes infantiles tienen menos alternativas debido a la rareza de esas dolencias a tan temprana edad, por lo que las empresas no invierten tanto en una tecnología que pueda ayudarles, comentó el doctor Marco Ricci, director de cirugía cardio-pediátrica en la Universidad de Miami. Agregó que este caso demuestra que los médicos disponen ahora de una alternativa más.
Durante los casi cuatro meses entre ambos trasplantes, D´Zhana no pudo respirar por su cuenta la mitad de ese tiempo. Además, tuvo fallos renales y hepáticos. Cuando realizó cortos paseos tuvo que ser asistida por cuatro personas, una de las cuales conducía el abultado aparato que albergaba el sistema de bombeo.
Cuando D´Zhana estuvo en condiciones de soportar otra operación, recibió un segundo trasplante el 29 de octubre. ``Creo realmente que es un milagro´´, dijo su madre, Twolla Anderson.
D´Zhana dijo sentirse ahora encantada de poder ver a sus cinco hermanos, y de poder pasar tiempo al aire libre.