Miércoles 19 de Noviembre de 2008 Edicion impresa pag. 36 > Deportes
OPINION: La pelota lo dirá

Desde su polémica y sorpresiva designación, Diego Maradona tendrá que exponer por fin su estilo de juego como DT y abrirse al juego que implica su nueva y más terrenal función, ya no como Dios del fútbol, sino como entrenador de una selección con buenas individualidades, pero sin identidad ni juego colectivo.

Esa, al menos, fue la imagen que dejó la selección en sus últimos partidos con Alfio Basile y Maradona tendrá mañana la difícil tarea de recomponerla sin tres de los principales jugadores del equipo: Lionel Messi, Juan Román Riquelme y, a último momento, Sergio "Kun" Agüero.

Lo hará en campo europeo y ante una selección que no es de las mejores y sufrirá también importantes bajas, pero que tiene fama de luchar hasta el último minuto.

Primero su alegría, luego la polémica por los colaboradores y, ya en Glasgow, las referencias a "La Mano de Dios", permitieron a Maradona evitar definiciones sobre su equipo y su estilo de juego, aunque sí se supo al menos que Riquelme será su "10", Javier Mascherano el capitán y que Messi correrá libre por el frente de ataque.

Pero Messi precisará saber primero qué zonas y en qué momentos recorrerlas, lo mismo que Mascherano para adueñarse del mediocampo, porque Josep Guardiola y Rafa Benítez (entrenadores de Barcelona y Liverpool, respectivamente) llevan años formándose en táctica y estrategia.

Los entrenadores suelen tener un porcentaje menor de importancia cuando sus equipos saben a qué juegan y un porcentaje mucho mayor cuando no está clara esa identidad. Las apelaciones de Maradona a cambiar de actitud, a su vida personal como ejemplo de lucha contra la adversidad y a que ganen por él no asoman por el momento como la mejor carta de presentación.

Carlos Bilardo luce discreto en su nuevo rol de manager y los asistentes Alejandro Mancuso y Miguel Angel Lemme (el ringtone de su celular atiende con Rodrigo cantándole a Maradona) carecen de experiencia para indicarles lo mejor a cracks que actúan en los equipos más poderosos del fútbol europeo.

La vuelta de Diego al fútbol y a la selección, cómo no admitirlo, genera una carga extra de la ilusión que suele provocar siempre la previa a cualquier partido de fútbol. Dan ganas de sumarse al canto de "volveremos, volveremos, volveremos otra vez?a ser campeones, como en el 86". Pero también es bueno recordar antes de que comience a rodar la pelota que el proceso de la designación, y también sus días posteriores, fueron de una desprolijidad notable, un gran circo de egos y de operaciones de prensa como hacía tiempo o acaso jamás había existido antes en la selección. Todo escondido en nombre de la gran ilusión, de la vuelta de Diego a la selección. Ahora es el turno del juego. Y habrá que comenzar a estar a la altura de esa ilusión.

EZEQUIEL FERNANDEZ MOORES

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