Llegó el día. Histórico, único, la hora cero para la refundación de la selección nacional. De ahora en más, para referirse a la albiceleste habrá que hablar de un AM o DM (antes de Maradona o después de Maradona). Esta tarde en Glasgow y ante ante Escocia, el enviado de Dios en pantalones cortos, se pondrá el buzo de DT para debutar en su nueva función.

Con una gran expectativa mundial, reflejada en la presencia de más de 500 medios de todo el mundo en el estadio Hampden Park, comenzará una nueva etapa: nada menos que la "era Maradona". Casi 15 años después de su despedida del equipo ´albiceleste´, con aquella victoria ante Nigeria por el Mundial de Estados Unidos ´94, Diego se reencontrará hoy con su gran amor, la Selección, aunque esta vez desde un rol completamente distinto.

Los días previos al encuentro transcurrieron de la mejor manera: Maradona se mostró de excelente humor, enfundado desde su llegada con el buzo ´celeste y blanco´, concentrado con su nueva función, correcto con la prensa, atento con los jugadores, detallista, sereno, confiado. En síntesis, serio.

No estuvieron presentes en Glasgow las polémicas por sus colaboradores -reiteró que le interesaba Ruggeri, pero no dramatizó ni amenazó con renuncia alguna-, ni las discusiones con el presidente de la AFA, Julio Grondona, quien encabezó la delegación, ni los enojos con algún periodista.

Pese a la enorme expectativa generada por los medios locales, el público no se entusiasmó demasiado con el cotejo. A sólo un día del encuentro, poco más de 30.000 tickets habían sido vendidos, de los 52.000 lugares disponibles.

No ayuda la campaña que lleva el conjunto escocés, bajo la conducción del inglés George Burley. Apenas consiguió un triunfo por las eliminatorias para Sudáfrica 2010, empató uno y perdió el restante, en sus únicas tres presentaciones.

No obstante, los organizadores confían que a la hora del juego, el Hampden Park lucirá colmado.