El diputado Felipe Solá volvió ayer a defender su decisión de romper con el kirchnerismo junto a otros siete legisladores del Frente para la Victoria, y afirmó que está "abierto a hablar con casi todo el mundo" que quiera sumarse al nuevo bloque denominado "Unión Peronista".
Solá dijo no saber aún si el diputado Francisco De Narváez integrará el nuevo espacio, y confirmó que si bien Eduardo Duhalde vio con buenos ojos la flamante agrupación, el ex presidente no jugará un "papel" preponderante en esta movida.
"Yo estoy abierto a hablar con casi todo el mundo", resaltó el ex gobernador bonaerense, consultado sobre la posibilidad de sumar a De Narváez, pero aclaró que de todo esto "no se habla a través de declaraciones, sino personalmente; es el momento de buscar coincidencias y un compromiso de trabajo en común".
En diálogo con radio Continental, Solá volvió a atribuir su decisión de abandonar el bloque oficialista al malestar que le genera la "falta de libertad" para marcar diferencias, y se refirió nuevamente al "miedo" de muchos legisladores "de que el Gobierno tome represalias contra alguien porque piensa distinto".
El lunes, en coincidencia con el Día del Militante, el ex mandatario provincial oficializó su alejamiento del bloque kirchnerista, junto con otros 7 legisladores del Frente para la Victoria.
Del bloque FPV-PJ, además de Solá, se alejaron el bonaerense Jorge Villaverde, el mendocino Enrique Thomas, la salteña Zulema Daher, el rionegrino Julio Arriaga, la pampeana Adriana García, la cordobesa Beatriz Halak y la rionegrina Lorena Rossi -que votaron en contra de la resolución 125 y no responden a un gobernador provincial-.
"Hay como un acostumbramiento a algo bastante terrible que es el uso de la transferencia de dinero como elemento de presión", alertó Solá ayer, al referirse a la actitud amenazante que atribuyó al kirchnerismo para mantener alineados a gobernadores, intendentes y legisladores.
En ese sentido, insistió que "no se puede admitir como lógica la práctica de que alguien maneje las transferencias, las asignaciones de obra pública, todo los intereses que puede tener una comunidad provincial como si fueran propios, con discrecionalidad". Solá condenó la lógica del "´a vos te doy porque pensás igual, a vos no porque ayer hiciste algo que no me gustó, entonces te atraso seis meses´. Éste es el cimiento del poder que hoy tenemos", disparó. El ex secretario de Agricultura del menemismo confirmó que con sus pares "vamos a conversar con la oposición, porque vemos en la oposición a mucha gente de buena voluntad". Cuando le hicieron notar la heterogeneidad del reagrupamiento, que incluye por ejemplo a Daher -vinculada a Juan Carlos Romero, ex candidato a vicepresidente de Carlos Menem-, Solá admitió que en política "los alineamientos son medio raros".
"En política uno hace lo que puede, no todo lo que quiere puramente, sino lo que puede", dijo.
La partida de Solá fue cuestionada por el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, quien dijo sentir "profundo asombro y tristeza" por las declaraciones de Felipe Solá que "durante 6 años dijo pelear contra la vieja política en la provincia de Buenos Aires y hoy busca ser el mascarón de proa del duhaldismo". Según el funcionario nacional, "asombra ver al actual diputado rodeado de duhaldistas cuando esos mismos sectores señalaron que su gestión" al frente de la provincia "había sido una de las peores de la historia ya que fomentaba la droga y la delincuencia".
