WASHINGTON (AFJP).- La cumbre del G20 dio legitimidad al foro de los principales países emergentes e industrializados, que se comprometieron en Washington a reformar y fortalecer los mercados financieros y pidieron dar una mayor voz a los países emergentes.
La ausencia de la nueva "estrella" en Washington, el presidente electo Barack Obama, fue una de las razones que limitaron -según analistas- los resultados de este foro cuyos miembros dan cuenta del 85% del Producto Bruto Interno (PBI) del planeta.
El G20 concluyó con un plan de acción que incluye la adopción de medidas de estímulo fiscal para hacer frente a la recesión, mecanismos de control a los bancos y la firme determinación del grupo a dar un mayor peso a los países emergentes en los organismos internacionales.
"Estamos resueltos a aumentar nuestra cooperación y trabajar juntos para restaurar el crecimiento global", se indicó en el comunicado emitido al finalizar el encuentro.
Varios analistas subrayaron que lo más importante es que el foro creado en 1999 tras la crisis financiera asiática y rusa se haya reunido por primera vez a nivel de jefes de Estado y Gobierno. "Hay que pensar que hasta ahora nunca hubo cumbre del G20. (...) Los países emergentes nunca estuvieron representados en el G7", destacó Ralph Bryant, analista del instituto Brookings. El simple hecho de que se haya reunido es un "éxito", añadió. Incluso si el G20 no logró destronar al G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón), los países emergentes saborean ahora la influencia que lograron en esta cumbre.
"Me voy de Washington muy contento porque la estructura geopolítica del mundo tiene una nueva dimensión", declaró el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a la prensa. "Los países en desarrollo deben participar en la solución a una crisis financiera mundial", añadió.
El plan expuesto en el comunicado final de 10 páginas para impedir otra recesión prevé, entre otras cosas, un sistema de alerta ante problemas como los que provocaron la crisis en el sector inmobiliario estadounidense y el establecimiento de mecanismos para detectar inversiones arriesgadas.
El G20 enumeró "acciones inmediatas" sugiriendo áreas para actuar antes del 31 de marzo de 2009, que incluyen: aumentar la transparencia de los mercados, reforzar la regulación financiera, límites a las remuneraciones excesivas de los directivos y un mayor control de las actividades de las entidades financieras transnacionales.
Un análisis de "Folha de Sao Paulo" señaló que, "como era esperado, nada de urgente salió del encuentro de líderes mundiales patrocinado por George W. Bush, que tiene las maletas listas para dejar la Casa Blanca". (Ver aparte)
Los líderes acordaron volver a reunirse a más tardar el 30 de abril, en una sede por definir.