-¿Bautista Mendioroz le robó la bandera del antikirchnerismo en Río Negro?

-No reflexiono la política en términos de "anti". No tengo visiones patológicas de la política. El "no ser" siempre es más firme que el ser "anti", que por la escasa complejidad de pensamiento que requiere ser "anti", es una visión muy simple de lo que se trate. Pero me parece muy bueno que Bautista Mendioroz se haya dado cuenta de que teníamos razón los radicales que sostuvimos que no había que aliarse al kirchnerismo, que no había que sumarse a una banda autoritaria, irresponsable, maniática en su visión polarizante de la política como lo es el kirchnerismo. En cuanto a si "robó" la bandera en cuestión, él no puede robar nada a los radicales que jamás nos hicimos cómplices del kirchnerismo. Radicales que en el 2007 fuimos virtualmente marginados del partido en la provincia por el radicalismo k que en aquel momento lideraban el gobernador Saiz y Bautista...

-Pero Saiz sigue espalda con espalda con el kirchnerismo.

-Estimo que por razones de gobernabilidad de la provincia. Necesita del gobierno nacional. En el 2007 hubo incluso una convención del partido en que los radicales que nos oponíamos a atar el partido a Kirchner pasamos por un calvario. Éramos molestos para un partido que se asoció a un sistema de poder prepotente, patotero, desquiciado por el odio a todo lo que le es distinto. Eso es Kirchner. Y yo, mientras fui presidente del bloque de diputados nacionales de la UCR, denuncié ese estilo. Fui miembro informante de posiciones muy definidas, por caso, contra los decretos de necesidad y urgencia, al margen de haber integrado por decisión del Comité Nacional la comisión que acordó una alianza con Lavagna. Kirchner le pidió a Saiz que yo no lograse la reelección como diputado nacional, pero igual di batalla en la interna.

Además, en una actitud propia de la escasez de democracia que tiene su formación política, después del debate por los decretos de necesidad y urgencia, ordenó que me sacaran del protocolo de la Casa Rosada para un acto de firma de temas de Invap, empresa por la que trabajamos mucho en la bancada. Faltaban minutos para el acto, el cartelito con mi nombre ya estaba puesto, cuando Kirchner leyó la lista de invitados llamó a uno de sus alcahuetes, como todo autoritario él también tiene su corte de alcahuetes que le clavan tacos. Le dijo que yo no podía estar presente. Ese alcahuete llamó a Saiz y éste me llamó para decirme que no contaba con el amor del poderoso de turno, que era conveniente que no fuera...

-"No abundó ni el honor ni el estilo: sólo los caranchos", diría Lisandro. Pero ¿por qué no fue? ¿Lo iban a echar?

-No quise forzar situaciones... En fin... Por eso le digo: a los radicales que no fuimos K nadie nos puede robar nada.

-¿Está de acuerdo con la alianza UCR- Carrió?

-Sí, pero hay que sumar a Binner. Hay que terminar con la fragmentación de la oposición y derrotar al kirchnerismo.

-¿Cómo asume el respaldo de Carrió a la candidatura de Mendioroz para gobernador?

-Que hablar hoy de candidaturas no tiene ningún sentido.

-¿Le parece conducente la apelación de fuerte contenido místico que Carrió le impone a su discurso y las ligerezas que tiene ese contenido?

-Yo valoro la conducta coherente que tiene como opositora? Pero si desde la oposición queremos conformarnos como alternativa, hay mucho por abandonar y mucho por crear, por lograr.

-¿Qué es lo que hay que abandonar y que hay que lograr?

-Primero: no se puede hacer política funcionando nada más que en línea de reacción a lo que hace el gobierno. No se puede hacer de la oposición sólo una acción de contingencia. Segundo: hay que meterse en el mundo de las ideas.

-¿Pero por qué es eso precisamente lo que hace y no hace aquí la oposición? Si el kirchnerismo no fuese rústico y soberbio en el ejercicio del poder y no hubiese cometido los errores que cometió, aquí la oposición no sabría qué hacer? como en los tiempos de Alvear.

-Miro hacia adelante. Hay que recuperar el valor de las ideas, tener equipos estudiando los problemas, romper con la inercia que le pone el voluntarismo a la política.

-¿El radicalismo está para eso?

-Absolutamente.

-Mire que en esa materia siempre fue un páramo. Yrigoyen se escondía cada vez que le traían una idea desplegada, desarrollada, sobre un tema puntual del país; cuando Frondizi dijo que había un mundo más allá del comité, Balbín rompió el partido; Alfonsín abrió el juego a las ideas, pero lo redujo a los intereses objetivos que podía lograr el partido en ese plano; cuando López Murphy armó el "Ateneo Motor" para estudiar y debatir ideas en el seno del partido, le sacaban la silla, apagaban la luz y la experiencia de Rodolfo Terragno en todo esto es, como mínimo, desoladora?

-La mía también lo fue cuando en Viedma armamos un centro de estudios sobre temas educacionales. Teníamos cuadros técnicos, hicimos publicaciones, seminarios, le pusimos fuerza pero duramos solos o con más acompañamiento desde afuera de la política que desde su interior. Pero los cambios que se están dando en la sociedad son de tal naturaleza que obligan a la política a pensar y pensar cada vez más y bajo apremio, por otra parte. Cuando la política está más en las páginas policiales y judiciales que en las políticas, algo grave le está pasando? O la política gira o?

-¿Girar en función de qué?

-En función de todo lo que se le viene encima y no espera para venir. Ya llegó acá eso de que en Alemania, tiempo atrás, en la Fundación Konrad Adenauer, me definían como "fenómenos desintegradores": desempleo, inseguridad, fracturas culturales, sociedades invisibles que laten desde? desde la desesperación?

-Pero la política no puede hacerse cargo del todo. ¿No cree que tiene razón Obama cuando dice que el gobierno, en tanto expresión de política de poder, no se puede hacer cargo de todo?

-Estoy de acuerdo en tanto apelación a la responsabilidad del conjunto. Es imposible no estar de acuerdo. Pero hace al gobierno, en tanto expresión puntual en el manejo del Estado, una función organizativa, rectora, promotora de lo que la sociedad requiere... Pero también estoy convencido de que nada es parcial de todo lo que hay que hacer en la política argentina. Kirchner y su despliegue de prepotencia no es un producto casual... Llega al poder con esa cultura, pero el sistema le facilita ese despliegue?

-¿Hablamos del sistema político?

-Yo jamás creí, al menos hasta hace varios años, en lo perjudicial que llegaría a ser para el país el cerrado sistema presidencialista que tenemos. He estado varias veces en Alemania y España en seminarios sobre funcionamiento de sus respectivos sistema parlamentarios... En una de esas oportunidades, España estaba bajo debate de la ley de enseñanza. En todas esas oportunidades vi, formé parte, si se quiere, de la calidad con que en los sistemas parlamentarios se tratan los problemas, las diferencias. Nada de coartadas, nada de imposiciones de pulsión personalista. Mucho de dureza en las posiciones, pero argumentadas, fundadas y relacionadas con una necesidad común: la de la gente. Búsqueda de consensos desde diferencias ideológicas que vienen desde el fondo de la historia, pero primando el interés nacional.Ahora, cuando leo el libro de Fernando Laría sobre la necesidad de marchar hacia un sistema parlamentario, me ratifico que la política argentina se salva sólo si rompe con el cerco que le impone el presidencialismo... Kirchner no es una casualidad, es un producto de toda la impunidad que se puede liberar a partir de ese sistema. Porque, en el fondo, el sistema presidencialista deja abierto el camino a un ejercicio intolerante del poder y como lo demuestra muy bien Laría, al estrechar la participación en la formación de decisiones, condiciona el juego de ideas, la calidad del debate... Si en el futuro inmediato no comenzamos a discutir este tema, bueno... la política argentina seguirá deslizándose hacia un común denominador que la apartará del mundo porque debatir esto tiene alcances que incluso quizá hoy no los alcanzamos a dimensionar como relacionados con el sistema político...

-¿Qué, por ejemplo?

-¡La máquina de impedir que es el conurbano bonaerense! Un mundo cada día más mafioso que presiona sobre la política en términos muy negativos para el resto...

-¿Qué le ocurre cuando piensa en aquella idea de sacar la capital de Buenos Aires?

-Me ocurre que es un debate que la historia nos devolverá en vuelo de bumerán. Pero ahora, lo importante es que todo lo K comienza a marchitarse...

CARLOS TORRENGO