NEUQUÉN (AN).- El pequeño pueblo de calles anchas y rodeado de chacras que hace una década era Plottier se convirtió en los últimos años en una de la ciudades con los mayores índices de crecimiento poblacional. En siete años la localidad pasó de tener 25.000 habitantes a cerca de 47.000 y de la mano de las decenas de loteos ya anexó 11 barrios a su trama urbana.
Sin lugar a dudas la tranquilidad y cercanía a la ciudad de Neuquén, y sin la intermediación de un puente, son los principales atractivos que posee esta localidad y que no pasaron por alto miles de familias que optaron por mudarse allí en los últimos años.
Sus valores inmobiliarios continúan siendo inferiores a los de Neuquén, y es la clase media la que más parece interesada en esta ciudad; a sus cuatro barrios privados se suman media docena en proceso de comercialización.
"La gente viene a Plottier porque estamos cerca de Neuquén, prácticamente más cerca del centro que algunos barrios capitalinos, y porque es un lugar tranquilo no sólo desde el punto de vista del delito sino sobre todo en lo que hace a las manifestaciones y reclamos", aseguró el presidente del Concejo Deliberante a cargo de la intendencia, Lucio Parra.
Esta selección llevó a que las autoridades comunales debieran hace poco colocar un cartel indicador sobre la Ruta 22 para señalar dónde comienza Plottier, ya que sólo la burocracia separa a esta ciudad de Neuquén. En tanto que a diferencia de otras localidades, Plottier creció fuertemente hacia el sur, hacia el río, emplazando en esa zona una vasta área de barrios privados y de baja densidad poblacional.
De acuerdo con la Inmobiliaria Castillo de momento son 25 los loteos en comercialización a un valor promedio de 35.000 dólares el predio, tanto abierto como cerrado. Este fuerte cambio de áreas que hasta hace poco eran chacras no sólo llevó a que en cinco años 11 barrios se crearan en la ciudad sino que en una década la hizo pasar de 14 a 26 barrios formalmente autorizados, sobre un total de sectores que actualmente alcanza los 47.
Este impulso, que también se refleja en las abultadas listas de espera para el alquiler de viviendas, se vio acompañado por la creación de tres grandes loteos sociales por parte del municipio, que frenaron el desarrollo de usurpaciones.
Pese a este arrollador ritmo, la localidad mantiene en su traza los antiguos desagües y canales de riego que abastecen a las chacras emplazadas en su periferia, los bomberos voluntarios continúan señalando la llegada de Navidad y Año Nuevo con sus sirenas y las direcciones de las casas continúan dándose por referencias a comercios o algún conocido.
El desafío que la ciudad afronta ahora es mantener esa identidad que impulsó su expansión. "Desde el municipio hemos hecho decenas de homenajes y festivales para mantener nuestra identidad y a nuestros grandes vecinos en la memoria", aseguró Parra. Agregó que "la gente es muy participativa como se ve en las cooperativas, en los bomberos voluntarios y en el hospital".
A más de 70 años de su fundación, otra particularidad distingue a sus habitantes: no tienen un gentilicio definido. Mientras los más entendidos continúan debatiendo si llamarse plottierenses o plottierinos, los vecinos simplemente responden: "soy de Plottier".