El grupo británico The Cure, padre del movimiento dark, editó su nuevo álbum "4:13 Dream", que los muestra angustiados y rabiosos, pero también juguetones, como a los fans más les gusta.
Consagrados como un grupo de culto, en especial en la Argentina, donde se espera una visita tras 20 años de ausencia, la banda liderada por Robert Smith rompe el silencio después de cuatro años. Para "4:13 Dream", Smith eligió promocionarlo lanzando simples mucho antes de la puesta en venta, pero además el álbum se anuncia como un proyecto doble.
Al parecer "4:13 Dream" es el lado alegre de un disco doble, que contiene otro volumen más lúgubre, tortuoso, que verá la luz en algún momento del año que viene.
El disco marca además el regreso de Porl Thompson a las guitarras y esto es clave en el sonido porque se trata del hombre que tuvo a cargo las seis cuerdas en discos como "Head on the Door", "Kiss me Kiss me Kiss me" y "Desintegración".
Cuenta la leyenda que durante años, Thompson luchaba por meter solos y distorsiones de todo tipo en los discos de Cure, pero Smith y el bajista Simon Gallup lo dejaban grabando solo en el estudio, para luego no incluir nada en los álbumes.
Bueno, esa postura se modificó y en este disco, Thompson distorsiona todo lo que quiere y hasta mete solos, algo impensado hace tiempo, pero lo hace siempre en beneficio de las canciones.
El disco arranca con un largo pasaje instrumental que se abre a "Underneath the stars", un viaje a esas cavernas a las que sólo Smith puede llevar al oyente. Tras un inicio sombrío, "The Only One" y "The Reasons why", exudan ese falso optimismo tan típico de Smith, que juega a ser un alegre retorcida.
En "The Reasons Why", Smith eligió una melodía tramposa y alegre para hablar del suicidio, aunque el clima juguetón no sea el que antecede a la desafortunada decisión de volarse la frente. "Sirensong", "The Perfect Boy" y "This, Here and now with you" entran en esa categoría de hermosas canciones de amor, siempre con el sello paranoide del líder del grupo.
En un plan más roquero y con mayor presencia de la guitarra de Thompson se puede colocar a "Freakshow", "Real Snow White", y "Switch" donde el violero desata una locura apoyada en la firme base que le dan Gallup y el baterista Jason Cooper.
Es en canciones como "Sleep When I´m Dead", "The Scream" y "It´s Over" donde Smith parece apuntar a grupos como 30 Seconds to Mars y My Chemichal Romance, que lideran la movida emo-core.
Jared Leto, lider de 30 Seconds, y Gerard Way, vocalista de My Chemichal, deberían revisar la discografía de The Cure para aprender a diferenciar cuando la oscuridad es genuina y cuando fue impostada en el baño de una hamburguesería. En este tiempo y en este disco, Smith explica cuándo es necesario gritar y cuándo el alarido puede aturdir e impedir escuchar el silencio y disfrutar de una noche estrellada, cargada de dolor. (Télam).