Después de cuatro derrotas consecutivas a lo largo de esta temporada, Los Pumas lograron terminar con la mala racha al vencer hoy a Italia por 22-14 en el estadio Olímpico de Turín, en el segundo test match de la gira que realizan por Europa.
De este modo, el seleccionado argentino de rugby se tomó revancha de la derrota sufrida ante los "azzurros" en junio pasado en el estadio Olímpico de Córdoba y se recuperó de la derrota sufrida la semana pasada ante Francia en Marsella.
El cierre de la gira será el próximo sábado en el Croke Park de Dublin, donde Los Pumas enfrentarán a Irlanda. El equipo que conduce Santiago Phelan justificó su triunfo en la segunda parte, cuando inclinó la balanza con un try de Rafael Carballo, a quien le sirvió la conquista en bandeja Juan Martín Hernández, autor de una jugada de otro partido.
En esa etapa también mejoraron mucho los delanteros en el juego y en los agrupamientos espontáneos y, además, los cambios realizados surtieron el efecto deseado, algo que no ocurrió con la cantidad de variantes realizadas por el entrenador del conjunto local, el sudafricano Nick Mallet.
De todos modos, quedan muchos puntos por corregir, fundamentalmente las formaciones fijas, donde se volvió a fallar, sobre todo en el scrum. Y la falta de disciplina, ya que abundaron las infracciones y hubo dos amonestados.
Los primeros 40 minutos fueron una prolongación del pésimo partido que habían jugado ambos equipos en Córdoba a mitad de este año, que terminó con un agónico éxito de los italianos. Abundaron los kicks y las imprecisiones, y faltaron ideas.
Un penal de Contepomi y un drop de Marcato en los primeros minutos de la segunda etapa mantuvieron la diferencia. Pero el trámite pareció complicarse para el representativo nacional cuando Rodrigo Roncero, tras su enésima infracción, fue amonestado y el equipo se quedó con 14.
Sin embargo, Hernández, quien jugó bien en defensa y tuvo altibajos en ataque, apareció en todo su esplendor sobre los 10 minutos. Ensayó un "sombrerito", tomó la pelota de aire y habilitó a Carballo, quien sin problemas se fue solo hasta el ingoal italiano.
Ahí se acabó el partido. Porque Los Pumas empezaron a ser implacables en defensa y más dinámicos en ataque ante un rival que debió salir a jugarse pero no tuvo respuestas, ni en sus titulares ni entre los suplentes. Sólo Sergio Parisse, uno de los seis argentinos nacionalizados que defendieron la camiseta azzurra, pudo llevar a su equipo hacia adelante pero con su enjundia no alcanzó.
Recién sobre el final, por la punta que había dejado libre el amonestado Carballo, Italia logró quebrar el ingoal argentino a través de Andrea Masi, pero el partido ya era cosa juzgada. Los Pumas ganaron bien, con un segundo tiempo más que aceptable. Todavía les falta mucho para parecerse al equipo del Mundial 2007, pero al menos se reencontraron con la victoria, y eso no deja de ser importante.
Fuente: DyN