Viernes 14 de Noviembre de 2008 > Cultura y Espectaculos
Cuando la danza deja huella
La segunda edición de "Esto es ritmo!" se presenta hoy y mañana. Bailarán setenta adolescentes y jóvenes, estudiantes secundarios. Es una iniciativa de la Escuela de Danza Contemporánea neuquina.

NEUQUÉN (AN).- La música y la danza son los lenguajes primigenios del hombre. Pero no sólo eso: también el medio que permite descubrir las potencialidades sensibles de la persona y encontrarse (o amigarse) con el cuerpo. Eso empujó, quizás, a las profesoras de la Escuela Experimental de Danza Contemporánea de Neuquén cuando decidieron por segundo año consecutivo llevar a escena la experiencia cultural y pedagógica de baile contemporáneo "Esto es ritmo!". Una iniciativa con alumnos de varios colegios de la ciudad que ofrece a los jóvenes un espacio de participación y expresión artística.

"Se puede", pensaron en el 2007 Carolina Costa, María Antonieta Sánchez Bravo, Claudia Ganquín, Enrique Castro, Magali Rossi, Yanina Fabbri, Nicolás Alvarez, Alejandra Vera, Sergio Ortega, la coordinadora general Patricia Alzuarena y la directora de la escuela de danzas municipal Mariana Sirote. Y se pudo. Tanto se pudo que este año decidieron encarar nuevamente el escenario, pero esta vez duplicando la cantidad de participantes: en total, unos 70 chicos y jóvenes, en su mayoría entre 14 y 18 años, alumnos de los secundarios CPEM 25, 41, 23, 18, 49, 47 y el colegio Nuestra Señora de la Guardia.

Estos chicos, que hasta este momento desconocían el lenguaje de la danza, bailarán dos coreografías musicalizadas con las obras "Peer Gynt", del noruego Edgar Grieg, y "Ballet Estancias" del argentino Alberto Ginastera, interpretadas por la Orquesta Sinfónica de Neuquén, dirigida por Andrés Tolcachir.

Un año antes de estrenar este espectáculo de danza contemporánea hubo otros chicos con ánimos convulsionados durante algunos meses. Chicos que se despojaron de los prejuicios y, a fuerza de ensayos, ofrecieron la primera edición de "Esto es ritmo!" demostrando su compromiso y sensibilidad.

Cuando recopilamos impresiones de la experiencia 2007, algunos de sus protagonistas dijeron:

-Samuel: soy un chico solitario que vive esclavo de la soledad, pero esta experiencia me soltó y conocí amigos, cosa que me gustó y me divertí porque me encanta bailar. Creo que es la más maravillosa de las expresiones. Produjo en mí cambios muy profundos e incluso perdí el miedo al público.

-Cecilia: sobre el escenario las emociones están a flor de piel, la vergüenza desaparece y la adrenalina aumenta. Nos ponemos más sensibles, estamos eufóricos, histéricos; pero pisamos el escenario, la música empieza a rodar y la visión se nubla, estamos solo en un gran espacio, escuchamos el silencio, luego los aplausos y la ovación de la gente se hace presente. Ponemos en práctica lo aprendido en cinco meses por unas personas llenas de danza que corre por sus venas? No importa nada, subimos al escenario y los nervios se borran, no importa si nos equivocamos, si se nos olvidan los pasos, la sonrisa lo cura todo?La sonrisa nunca se borra!

-Nivia: en el escenario se me cruzaron muchos sentimientos. Yo no abandoné danza porque veía que era algo nuevo, una oportunidad que no a todos se les da y que tenía que aprovechar. Era una experiencia única que no me quería perder.

Con estos comentarios, nada despreciables, las profesoras de la escuela de danza repiten la experiencia un año después. Y el resultado es genial. No hablamos de una compañía de danza especializada, ni siquiera de cuerpos moldeados. Como dice Sánchez Bravo: "Esto es ritmo! reúne a estudiantes, chicas y chicos, seres humanos que a partir de un día, de una propuesta nuestra y de una decisión de ellos, comenzaron a cambiar su vida. Sus vidas cobraron otro sentido, de crecimiento, de inclusión, aprendiendo a superar sus dificultades, a vencer las resistencias, a aceptar su cuerpo, a valorar su expresión artística, emotiva, intelectual y motriz, y a plasmar su realidad interna y externa".

La iniciativa tiene como antecedente la experiencia que se hizo en Berlín (2004) con 250 chicos y adolescentes, muchos de ellos inmigrantes con problemas de marginalidad y violencia . "Rhythm is it" se llamó la propuesta que llevó adelante el director de la Filarmónica de Berlín, Simón Rattle en una coreografía creada para ellos por Royston Maldoom.

¿Cuáles son las virtudes de la danza entre los adolescentes?, ¿cuál es la huella? "Cuando de alguna manera se reencuentran con ellos mismos a través de experiencias de este tipo, las huellas son imborrables. Quizá no se notan a simple vista, pero queda", dijo Sirote.

Innovador, emocionante, "Esto es ritmo!" se distingue porque lleva la danza a los adolescentes -muchos de ellos en situación de vulnerabilidad- y por el cruce entre el movimiento y las posibilidades de trabajar sobre lo colectivo. Un espectáculo de fuerte perfil inclusivo que, a la vez, está comprometido con el futuro. O mejor dicho, con el presente de muchos jóvenes neuquinos buscando su camino.

 

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