Viernes 14 de Noviembre de 2008 Edicion impresa pag. 10 > Regionales
Trabajoso esfuerzo de Irigoyen por negar coimas
El depósito en su cuenta, la creación de Albany... casuales.

VIEDMA (AV).- El ex presidente de la Lotería, Miguel Irigoyen aseguró ayer que el depósito que hizo en su cuenta bancaria el ex concesionario del juego en la provincia, Carlos Ferrari, fue un "reintegro" a un préstamo y justificó su gestión en la compra de la firma sello Albany, por ser "comedido", desligándose de toda relación posterior.

Esta empresa -que en los papeles presidía Andrés Santamaría- obtuvo casi 900 mil pesos de transferencias de fondos de Varsa -empresa de Ferrari- por una cesión de créditos otorgada a través de la Lotería. Según la acusación, Albany era de Irigoyen.

Irigoyen admitió incumplimientos de Casinos de Río Negro -también de Ferrari- pero justificó el accionar de supervisión de Lotería, asegurando que el contrato cayó "en el momento justo".

Ayer, el juicio se concentró en el testimonio del ex funcionario de más de cinco horas. El miércoles habló dos horas y hoy responderá preguntas.

Al comienzo se explayó en la situación del organismo cuando asumió, en diciembre de 1997. Reiteró que Varsa -concesionaria de las tragamonedas- "no tenía incumplimientos" y su retiro de la provincia se originó porque renunció al contrato después de la rescisión a Casinos Río Negro.

Reconoció que esta empresa -también de Ferrari- sí tenía incumplimentos, que enumeró, pero dijo que se le efectuaron los reclamos e intimaciones de Lotería. Concluyó que la rescisión se concretó después de un proceso "paciente" y "responsable".

Expresó que el organismo comenzó con el pedido de rescisión el 8 de abril de 2002 pero que la decisión gubernamental se formalizó el 12 de diciembre de ese año. Cargó contra la Fiscalía de Estado porque demoró "seis meses" su contestación a Lotería.

"Pudo haber responsabilidades compartidas", excusó Irigoyen a la empresa de Ferrari al evaluar las demoras en las obras en Las Grutas y Cipolletti, argumentando problemas en terrenos y autorizaciones municipales.

En la última parte, Irigoyen irrumpió en cuestiones urticantes.

Calificó como válida "sospecha" o "indicio" de coima para la acusación el depósito de 10.080 pesos en su cuenta bancaria por parte de Casinos Río Negro. Resaltó que fue lo único que lograron después de las innumerables investigaciones. También replicó con otro mensaje permanente: "Sólo a mí me investigaron. No se investigó ni para arriba ni para abajo".

Milicich le consultó cómo explicaba ese depósito. El ex presidente lo justificó en que Ferrari le había pedido un préstamo en San Antonio porque habían tenido "una noche mala" y él le facilitó esa suma, que después Casinos del Sur le depositó en su cuenta bancaria. Intentó relativizar esa transferencia por "lo insignificante del monto" para su disponibilidad. Ese monto no es para sobornar ni comprar" a nadie, dijo.

El camarista Eduardo Gimenez trasladó una inquietud. Cómo un empresario como Ferrari pedía esa suma cuando en el juicio declaró ingresos mensuales de 140 mil pesos. El defensor de Ferrari acotó rápidamente que esa disponibilidad correspondía a la actualidad. Irigoyen habló que la situación de Ferrari "no era floreciente en esa época.

Sobre su actuación en Albany Trade, recordó su gestión en la compra, pero negó ser titular de la empresa. Fue de comedido", dijo.

El relato de Irigoyen en referencia a las relaciones cruzadas fue curioso. Explicó que todo fue a partir de una conversación en Roca con Santamaría, que le transmitió su objetivo de dedicarse a la venta de indumentaria y el marketing. Irigoyen ofreció ayudarlo en la compra de una sociedad. Esta charla originó -según su expresión- su presencia en el estudio de Akerman, el pago de una seña y la existencia de un recibo a nombre de su hijo Gabriel. Aseguró que después no tuvo más relación con Santamaría.

El ex basquetbolista, hoy imputado, concurrió al estudio y formalizó después la compra de Albany con una empleada de Ferrari, Acebal. Santamaría es amigo personal de Emilio Verani, hijo del ex gobernador. Irigoyen dijo saber por Santamaría de su relación con el hijo de Verani.

Después, el ex funcionario reconoció una mención a Santamaría para que se contacte con Ferrari, pero desconoció cualquier derivación.

Albany -la empresa que el había gestionado la compra- después aparece en la Lotería con una cesión otorgada por Varsa.

¿A Ud. no le llamó la atención advertir ese nombre? ¿No llamó a Santamaría, no le preguntó a Ferrari?, insistió Milicich. "Sinceramente, no", dijo Irigoyen.

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