SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La crítica falta de recursos que jaquea al Hospital Zonal "Ramón Carrillo" determinó la suspensión de las operaciones programadas, en medio del creciente descontento de los trabajadores, que profundizaron sus reclamos ante la falta de respuesta del gobierno provincial.

En la extensa asamblea realizada ayer, el intendente Marcelo Cascón tomó nota de la delicada "emergencia" que atraviesa el nosocomio y se comprometió a gestionar una pronta respuesta de la ministra de Salud, Cristina Uría, aunque dejando afuera el reclamo salarial.

El compromiso más fuerte lo asumió el legislador Claudio Lueiro (PPR) al asegurar que "no avanzará" en la aprobación del presupuesto provincial si no se resuelve primero la crisis del hospital del Bariloche, vaticinando también que los demás legisladores andinos lo acompañarán en la medida. A tal fin pidió a los asambleaístas que mantengan "esta presión" hasta el momento del debate.

La carencia de material descartable que obligó a cerrar los quirófanos, al igual que el largo listado de medicamentos faltantes que condiciona la atención médica, es consecuencia directa del recorte presupuestario que sufre la institución, con un déficit cercano a 1,5 millón de pesos.

La representante de los trabajadores ante el Consejo Local de Salud, Adriana Actino, explicó a "Río Negro" que "el prespuesto es de 650.000 pesos mensuales pero todos los meses mandan menos de 500.000". Ese déficit que obligó a retrasar pagos cerró las puertas de muchos proveedores.

La reunión, de la que participaron legisladores y concejales, tuvo momentos tensos como la andanada de quejas de los trabajadores que disparó el intento de Cascón de reivindicar a Uría como "una ministra que no ha estado ausente de Bariloche".

Actino le recordó al intendente el largo silencio guardado por la funcionaria, que en marzo recibió el primer petitorio con las demandas laborales y estructurales pero no dio respuesta alguna a los innumerables reclamos de los trabajadores, el CLS, el Deliberante y los legisladores que intercedieron.

Varios de los presentes coincidieron en que "la ministra tiene que venir con respuestas porque los problemas ya los conoce" y otros pidieron que "renuncie si no puede dar respuestas".

En la oportunidad el director del Hospital, Felipe De Rosas, comunicó a la asamblea la decisión de Uría de trasladarse a Bariloche para hablar con los trabajadores y reconoció que "los largos silencios lo único que hacen es acrecentar los problemas".

El médico también coincidió con el reclamo gremial al señalar que "sin salarios adecuados no se puede crecer en salud" porque la magra oferta del sector público expulsa a los trabajadores hacia los centros privados o las provincias vecinas.