Viernes 14 de Noviembre de 2008 Edicion impresa pag. 26 > Sociedad
El bosque de La Angostura en riesgo de perderse
La tala constante llevará a que en 10 años desaparezca el 60% de lo que hay.

VILLA LA ANGOSTURA (AVLA) - Por año se talan unos 5.000 árboles nativos de gran tamaño dentro del ejido urbano. De continuar a este ritmo sin aplicar medidas importantes de mitigación, las proyecciones indican serios problemas ambientales en el corto plazo.

Desde treinta años atrás hasta la fecha se habría perdido un 70% del bosque nativo existente dentro de las 8.000 hectáreas que conforman el ejido urbano de La Angostura. Sin el control y la aplicación de la normativa vigente y la creación de zonas intangibles, se estima que en 10 años se perderá aproximadamente el 60% de lo que queda.

"No hay conciencia ni compromiso de la gente, la culpa es un poco de todos. Pero la especulación inmobiliaria dio pie a que esto sucediera. Se hicieron loteos en lugares que nunca se deberían haber hecho, como en mallines. Sin duda la existencia de los PH fue la sentencia del bosque", señala el agrónomo Rodolfo Herrero, a cargo de la delegación local de Bosques y Parques Provinciales.

"Si se saca el bosque no hay nada que retenga la humedad generada por las precipitaciones, se produciría una erosión importante por escorrentías superficiales que en algunos casos llegarían a ser verdaderas cárcavas, agravado por la topografía de grandes pendientes de los valles andino patagónicos. Se incrementarían las inundaciones y el tan temido aporte de sólidos de las cuencas hacia lagos y ríos", explica Herrero, y agrega: " La situación es grave, a nivel local, en el centro podría llegar a controlarse con obras hidráulicas pero en los barrios más altos si aumenta el nivel de precipitaciones y se mantiene la deforestación se van a producir mayores trastornos".

Según el especialista se debería establecer una cota extrema de volteo, por ejemplo, que arriba de la cota 1.100 sea zona intangible y que se prohíba la tala de árboles. "Se podría hacer una excepción pero solo para el centro de esquí en el cerro, pero solo en esa zona, no habría otra justificación", dice. También, otro paliativo sería la creación de nuevas áreas de reservas naturales y analizar nuevos proyectos en términos de sustentabilidad económica, social y ambiental.

Se estima que por año dentro del ejido se talan unos 5.000 árboles de gran porte de especies nativas que tardaron entre 300 y 400 años en llegar a ese tamaño. En términos económicos, la cifra representaría unos 10.000.000 de pesos. "Hace 30 años el centro tenía dos cuadras, el resto era todo bosque. Antes cuando se construía una casa se talaban 100m2 a la redonda. Los mejores ejemplares de bosque ya se voltearon hace tiempo", recuerda Manuel Alvarado, uno de los primeros Guardafaunas y nativo de la localidad.

En la provincia rige una ley de bosques, pero el articulado sobre bosque nativo en tierra privada es demasiado amplio y por lo tanto poco eficaz a la hora de aplicarse. Localmente rige una ordenanza que estipula la obligatoriedad de reforestar y rescatar los renovales cuando se realiza una obra, aunque no se está cumpliendo como debiera. "Hacerla cumplir es complicado, exige controles todos los meses, pero de alguna manera habría que hacerla cumplir", dice Herrero.

Fuera del ejido, en zona de Parque Nacionales, también se advierte tala de bosque, pero la autorización corresponde al organismo nacional. En algunas áreas se pueden ver extracciones significativas, aunque en muchos casos se hace aprovechamiento forestal de madera muerta.

En este momento la provincia se encuentra elaborando el Plan de ordenamiento territorial en materia de bosques Nativos para presentar al gobierno nacional. De esta manera, adhiere a la nueva ley de bosques sancionada por Nación y recibiría los fondos necesarios para implementar planes de investigación, conservación y reforestación.

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