Viernes 14 de Noviembre de 2008 Edicion impresa pag. 32 > Policiales y Judiciales
Diez años de prisión por abusar de su hija
Es un vecino de San Martín de los Andes que fue denunciado por su esposa. Quedaron probados reiterados casos de abusos y amenazas para que la niña no hablara.

JUNÍN DE LOS ANDES (ASM).- Un vecino sanmartinense fue hallado culpable y condenado a 10 años de prisión por el delito de "abuso sexual gravemente ultrajante y agravado por su calidad de ascendiente del autor", tratándose del padre de la víctima.

La medida fue resuelta por la Cámara de Zapala en perjuicio de un hombre domiciliado en Chacra 30 de San Martín de los Andes, según se conoció ayer en los tribunales de la Cuarta Circunscripción, con asiento en Junín de los Andes, y donde se habían realizado las actuaciones de primera instancia a cargo del juez Federico Sommer.

Según el fallo, quedó probado que el individuo, cuyo nombre no se publica para proteger la identidad de la víctima, abusó sexualmente desde marzo del 2006 y hasta octubre del 2007, en su domicilio familiar y mediante amenazas, de su hija menor de edad, "obligándola a realizarle acciones en zonas pudendas".

Estas conductas y acciones determinaron que -luego del testimonio de la menor mediante el sistema Cámara Gesell- el juez de Junín de los Andes declarara la prisión preventiva ante la "reiteración, prolongación en el tiempo, circunstancias de realización, morbosidad y principalmente por su condición de padre", todo lo cual configura "un sometimiento gravemente ultrajante para la víctima".

El fiscal de Cámara de Zapala, Héctor Trova, requirió la pena de 13 años y pidió además que se investiguen los posibles abusos que habría padecido otro hijo del ahora condenado.

Creyeron en el relato

La denuncia fue realizada en su momento por la propia madre de la víctima, en la comisaría 43 de San Martín de los Andes. También se destacó el aporte de los directivos y profesiones de Desarrollo Familiar del municipio, que creyeron en el relato de la menor e iniciaron el abordaje que motivó que lograra relatar los reiterados abusos que venía padeciendo.

Del informe médico confeccionado por profesionales del hospital se obtuvieron elementos físicos de los reiterados abusos en las zonas genitales, que estuvieron ocultos en virtud de las amenazas que el padre profería para que la menor no contara lo que periódicamente sucedía.

En virtud de ello y como se apuntó, el imputado fue condenado a la pena de diez años de prisión por el delito de "abuso sexual gravemente ultrajante agravado por su calidad de ascendiente del autor".

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