BUENOS AIRES (Télam).- Al menos 750 kilos de cocaína fueron secuestrados ayer ocultos en un galpón del partido bonaerense de San Miguel, donde fueron detenidos dos ciudadanos mexicanos, a quienes ahora se investiga si tienen vinculación con la causa por "la ruta de la efedrina".
Del allanamiento participaron policías federales enviados por la Justicia de Tres de Febrero, y efectivos de la policía bonaerense por instrucción del juez federal de Campana, Federico Faggionato Márquez, quién llegó al galpón tras la declaración de un testigo, por lo que pretende establecer si alguno de los apresados formaban parte de la misma banda que elaboraba metanfetamina en un laboratorio de Ingeniero Maschwitz.
El procedimiento antidroga se realizó en un galpón ubicado en la calle Illia 2.323 de San Miguel, cerca del predio del Ejército de Campo de Mayo.
El jefe de la Superintendencia de Tráfico de Drogas Ilícitas de la bonaerense, Norberto López Camelo, aseguró que el procedimiento realizado por ellos en ese galpón de San Miguel "forma parte de una línea de investigación" de la causa de Campana.
Todo comenzó pasado el mediodía de ayer, cuando efectivos de la bonaerense llegaron al lugar con una orden de allanamiento ante la sospecha de que allí había mexicanos que podrían tener relación con la "ruta de la efedrina".
Cuando estaban a punto de ingresar, se hicieron presentes efectivos de la policía Federal que custodiaban el galpón desde hacía más de 60 días en el marco de otra investigación distinta que tiene a su cargo el juez federal de Tres de Febrero Juan Manuel Culotta y el fiscal federal Jorge Sica.
"La investigación se inició hace 60 días a partir de la información suministrada por la DEA (agencia antidrogas estadounidense) y apunta a dos organizaciones criminales: una de colombianos y la segunda de origen mexicano", explicó Miguel Castro, jefe de operaciones de la Superintendencia de Narcocriminalidad de la Policía Federal.
Según esa investigación de la Federal, los mexicanos habían llegado al país a fines de setiembre y habían alquilado ese galpón con la intención de utilizarlo como lugar de acopio de la cocaína.
Castro dijo que "como pantalla habían dicho que iban a montar una fábrica de hornos industriales, pero jamás hicieron nada de eso". Si bien los federales, con la anuencia del juez Culotta, planeaban vigilar durante un tiempo más ese galpón hasta lograr identificar a más miembros de la organización delictiva, debieron intervenir de urgencia ante la llegada de los efectivos de la bonaerense.
"Son dos investigaciones distintas pero que tienen coincidencia con este lugar, razón por la cuál se trabaja de manera conjunta", indicó el superintendente López Camelo.
Dentro del galpón encontraron 700 panes con cocaína por un peso total de 752 kilos y detuvieron a dos mexicanos.