SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El fiscal de Cámara, Carlos López, solicitó a los jueces de la Cámara Primera del Crimen la absolución de un albañil de 50 años que llegó a juicio acusado de haber abusado sexualmente de una hija de su concubina, que tenía entre 7 y 8 años de edad en esos momentos.

La ex pareja del acusado lo denunció porque la menor había detallado cuatro hechos puntuales de abuso cometidos por él en ocasiones diversas, pero durante la audiencia la prueba fue considerada insuficiente por el fiscal, que pidió la absolución del imputado. El tiempo transcurrido entre la denuncia y el juicio, y aún más desde la presunta ocurrencia de los hechos, pudo ser un factor determinante que atentó contra la búsqueda de la verdad.

Hace dos años la fiscal Mirta Siedlecki elevó la causa a juicio y le adjudicó al imputado que entre los años 2002 y 2003, abusó cuatro veces de la hija de su concubina. La primera vez en ocasión en que una hermana mayor de la niña llevó a su casa unas tortas fritas llamadas "calzones rotos", oportunidad en que relacionando el nombre del alimento le preguntó si ella tenía sus calzones rotos, la desnudó y la accedió carnalmente en la cama matrimonial. En otra ocasión, aprovechando la ausencia de la madre, la llamó a su habitación e hizo que lo tocara, mientras él la besaba y la manoseaba. El tercer abuso lo situó Siedlecki en otro sector del domicilio, donde el hombre estaba sentado, y también consistió en tocamientos que realizó y obligó a la niña a realizarle, y el último en oportunidad en que la madre de la menor se hallaba internada, circunstancia que habría aprovechado para consumar otra vez el acceso carnal.

La convivencia entre el acusado y la madre de la niña se interrumpió poco después de esa ocasión, pero meses después reanudaron la relación sentimental, sin volver a convivir. La menor le habría dicho varias veces a su madre que tenía algo para contarle, pero recién lo hizo en agosto de 2005..