CIPOLLETTI (AC).- Fueron actividades por separado, pero motivadas por el mismo dolor y reclamo. Al cumplirse 11 años de la desaparición de María Emilia, Paula y Verónica, la familia Villar realizó una radio abierta en la plaza San Martín, mientras que los padres de las hermanas asesinadas participaron de una misa y un acto en memoria de las jóvenes.
Cerca de las 18, en inmediaciones del escenario de la plaza, se empezaron a ver pintadas alusivas, además de carteles y afiches colgados. Fue en ese lugar donde se hizo la radio abierta, en la que se reflejaron pasajes recordando desde que las jóvenes salieron a caminar en el atardecer del 9 de noviembre de 1997 hasta que las encontraron dos días después. Actuó también una murga.
"La idea es seguir reclamando porque a once años no sabemos la verdad. Seguir denunciando y repudiando todos estos años y estos casos que están en la ciudad, que tienen un hilo conductor, que son las mujeres. Como que el blanco es el género", refirió Ofelia Mosconi de Villar, mamá de Verónica.
Ofelia criticó la estrategia que utilizó el gobierno al pasar a retiro obligatorio a jefes policiales que estuvieron en el caso. "Estos policías no fueron sumariados y esto dio pie a que le pudieran hacer un juicio al Estado. Hoy el Estado les tiene que pagar y reintegrar con su mayor jerarquía todo lo que les debían. Esto es muy doloroso y vergonzoso para la provincia y para nuestra ciudad; por eso estamos acá", agregó. poco antes de que comenzara una marcha de la que participaron unas 100 personas. Durante el recorrido -encabezado por una murga- se realizaron más pintadas y se empapelaron con imágenes de las chicas, los edificios municipales y la comisaría.
A las 20, en tanto, los allegados a María Emilia y Paula asistieron a una misa en la parroquia La Sagrada Familia. Al finalizar, junto a Familiares del Dolor, se trasladaron hasta la plaza, donde realizaron un acto frente a la imagen que recuerda a las chicas, sobre calle Roca. Allí Ulises González, padre de las hermanas, leyó una "carta al más allá", en la que se dirigió a sus hijas y a Verónica expresando su "dolor, bronca e impotencia por lo ocurrido" y también cómo las extraña "cada día, cada hora, pese al tiempo transcurrido".
"Es muy posible que donde ahora habitan sepan todo lo que ocurrió aquel trágico 9 de noviembre del ´97. Posiblemente a esta hora y por haber padecido en vida esos horrorosos momentos sepan no sólo quiénes son los asesinos despiadados sino también los detestables encubridores, los negligentes investigadores y el por qué del sospechoso y torpe accionar de la justicia penal", expresó en uno de los primeros párrafos. Y siguió: "por estos días la única bestia condenada gestiona su libertad condicional pese a haber cumplido menos de la mitad de la misma. Aduce a su favor el buen comportamiento en el penal; el beneficio de la ley del dos por uno y otras triquiñuelas de tipo judicial. Reclama por sus derechos. Es de esperar que los jueces o quienes deban decidir, se los apliquen con el mismo respeto que él tuvo por los de ustedes, en especial por vuestro derecho a la vida", refirió, haciendo alusión a Claudio Kielmasz.
No dejó de remarcar el "dolor, preocupación e indignación" de los familiares y de gran parte de la comunidad .