BUENOS AIRES (DyN).- El Banco Central habilitó nuevos canales de inyección de liquidez "a fin de extender el brazo de asistencia financiera a todo el sistema, inclusive a las entidades más pequeñas y especializadas en un segmento específico del mercado".
De esta manera, el Central reaccionó a la caída de más 7.100 millones de pesos que sufrieron los depósitos bancarios en octubre último, que dejó a los bancos con una fuerte merma en su liquidez.
En este marco, según se informó oficialmente, el Central estableció que las entidades cuentan desde ahora con un sistema de "precalificación de garantías" para acceder en forma inmediata a la asistencia por iliquidez transitoria del BCRA.
Con el fin de proveer certidumbre y agilidad a la operatoria, se implementó una "ventanilla" para precalificar las garantías que las entidades financieras afectarán en caso de una necesidad de asistencia en el futuro. Así, los bancos cuentan con una "línea de liquidez" abierta que se hará efectiva en caso de que lo necesiten. Una vez aprobada la precalificación de la garantía, durante los siguientes 90 días la asistencia puede otorgarse en forma inmediata.
La precalificación de garantías abarcará créditos con garantía real (hipotecarios y prendarios), pagarés, cheques de pago diferido y obligaciones negociables con oferta pública. Asimismo, se contará con el informe del auditor externo de la entidad financiera para controlar la metodología de clasificación de deudores y otros requisitos de la norma. Junto con la habilitación de este mecanismo sistemático de evaluación previa de las garantías, se contempla la posibilidad de que las entidades financieras soliciten adelantos por iliquidez presentando como garantía títulos de deuda de fideicomisos financieros (clase "A" o "B") que reúnan las condiciones de aquellos sometidos al régimen de oferta pública, instrumentos cuyas características permiten no sujetarlos a precalificación por parte del Banco Central.
Además, se amplía el acceso a la asistencia por iliquidez, contemplándose no sólo la caída de depósitos sino también la disminución en otras fuentes de financiamiento como préstamos interfinancieros, líneas del exterior y obligaciones negociables con oferta pública.
Con esta medida se considera la situación de las entidades en las que los depósitos no constituyen la fuente principal de fondeo, aumentando de hecho la cobertura que provee el BCRA.