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Lula: "el sistema global cayó como un castillo de naipes" | ||
Así lo aseguró el presidente de Brasil, Lula Da Silva, al inaugurar este mediodía en San Pablo la reunión de los ministros del G-20. También, advirtió que el Grupo de los 7 "no tiene más condiciones de conducir la economía mundial". | ||
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, exigió hoy una nueva arquitectura financiera mundial, con mayor poder para los emergentes, y afirmó que el Grupo de los 7 países más desarrollados del mundo "no tiene más condiciones de conducir la economía mundial", porque el sistema global "cayó como un castillo de naipes". Lula formuló estos conceptos al inaugurar las sesiones de trabajo de ministros y presidentes de bancos centrales del Grupo de los 20 (G-20 financiero) reunido en San Pablo, que entregará propuestas para la cumbre presidencial de las principales economías mundiales del 15 de noviembre en Washington. "Llegó la hora de un pacto entre gobiernos para la creación de una nueva arquitectura financiera mundial, con seguridad y en bases de equidad para todos", dijo Lula en su discurso ante los ministros de economía y finanzas y gobernadores de bancos centrales de las 20 mayores economías mundiales, según despachos de las agencias de noticias Ansa y DPA. Integran el G-20 financiero Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Turquía, Gran Bretaña, Sudáfrica, Estados Unidos y la Unión Europea. Para Lula, "la economía real está amenazada por una recesión generalizada por la irresponsabilidad por la falta de regulación de los mercados". También afirmó que los países desarrollados no deben aumentar las exigencias de los países en desarrollo. El mandatario brasileño, cuyo discurso contempla las posiciones de China, Rusia, India reunidos en los BRIC, sostuvo que "el Grupo de los 7 no tiene condiciones por sí solo para conducir la economía del mundo, por eso la contribución de los emergentes está listo para asumir su responsabilidad". El G-7 está integrado por Estados Unidos, Canadá, Japón, Gran Bretaña, Italia, Alemania y Francia. Lula afirmó que los emergentes respondieron por el 75% de la economía mundial el año pasado. "Ningún país está a salvo de la crisis financiera. Todos los países están siendo contagiados por la crisis originada en los países avanzados. La crisis hizo que bancos de Europa y Estados Unidos pararan de prestar dinero", dijo el presidente, quien pidió transparencia en el nuevo sistema financiero que procura. El mandatario convocó a rechazar el proteccionismo, alentar el reinicio de la Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC) e insistió en que "las instituciones financieras globales deben adecuarse a la nueva realidad y mayor países emergentes en desarrollo". También el presidente, ex sindicalista fundador del Partido de los Trabajadores, golpeó contra las bases del llamado neoliberalismo económico. "Esta crisis es consecuencia de la creencia ciega en la capacidad de auto-regulación de los mercados y en la falta de control de agentes financieros. Muchos de los que rechazaban la actuación del Estado como fe dogmática piden desesperadamente su actuación", subrayo. "Por muchos años -agregó- los especuladores tuvieron ganancias excesivas invirtiendo dinero que no existía. Todos estamos pagando por esa aventura. El sistema cayó como un castillo de naipes". Lula pidió a los líderes mundiales "no dejarse influenciar por el miedo" ni por el nacionalismo, al proponer que las salidas deben ser acordadas y aplicadas en forma multilateral. El presidente Lula será uno de los mandatarios convocados por Bush para el próximo fin de semana en Washington. La estrategia del mandatario brasileño será acompañada por gran parte de los emergentes que forman el G-20, entre ellos México, Sudáfrica, China, Rusia e India. También dijo que "el Estado debe buscar el equilibrio entre la eficiencia de los mercados financieros, la estabilidad de todos los mercados y la promoción del desarrollo económico". Para Lula, las potencias tienen una responsabilidad mayor frente a la crisis, dado que una recesión en el llamado Primer Mundo generará la desaceleración ya esperada por los grandes exportadores de materias primas. "Las políticas de cada país no pueden trasladar riesgos y costos a otros países. Cada país debe asumir sus responsabilidades y los sectores cuyas políticas exponen a la sociedad a riesgos desproporcionales deben contribuir, incluso financieramente, para la solución de las crisis y para el regreso a la estabilidad", afirmó. Lula puso como ejemplo la reunión de presidentes de bancos centrales del Mercosur y sus asociados de América del Sur del 27 de octubre. "Allí llegamos a la conclusión de que es necesario más comercio, más integración y menos distorsiones y menos proteccionismo", dijo. Fuente: Télam
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