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Sofisticado golpe comando a una distribuidora | ||
Cuatro sujetos armados redujeron al personal y se vistieron con sus ropas. Arrancaron la caja fuerte de la pared. Había 50.000 pesos y 300.000 en cheques. | ||
NEUQUÉN (AN).- Grupo comando ingresó a la distribuidora de la firma láctea Ilolay y tras reducir al personal y vestirse con sus ropas desmontó la caja fuerte empotrada en la pared, la cargó en un utilitario de un cliente y se la llevó entera. El botín ascendió a unos 50.000 pesos en efectivo y unos 300.000 pesos en cheques. Se sospecha de un golpe planificado con filtración de datos desde adentro de la empresa. El hecho ocurrió en la mañana de ayer pasadas las 6 en los galpones que tiene la firma en Ruta 22 y Alaska, en proximidades del aeropuerto y tuvo un alto grado de sofisticación, como hace tiempo no se veía en esta capital. El ingreso de la banda a la compañía se habría materializado por el sector de cargas donde se encuentran las cámaras frigoríficas. Los cuatro sujetos empuñaban armas de fuego; redujeron y maniataron a los operarios de la empresa, les sacaron la indumentaria de trabajo y se la pusieron ellos. De esa manera pudieron llegar sin llamar la atención hasta el sector de oficinas. Ni bien ingresaron a la administración reiteraron la fórmula inicial: a punta de revólver redujeron a los cuatro empleados a los que maniataron con cordones y cables de teléfono. Controlada la situación, los asaltantes se dirigieron hacia la oficina donde se ubicaba la caja fuerte y con una amoladora le arrancaron las fijaciones. Una vez liberada la cargaron en una Peugeot Boxer de un cliente de Ilolay que había concurrido a retirar mercadería y se dieron a la fuga con rumbo desconocido. Cuando lograron zafarse de las ataduras los empleados de la firma láctea, centro de distribución para la Patagonia, dieron aviso al comando radioeléctrico que de inmediato derivó hacia el lugar a móviles de la comisaría 12. Los damnificados en sus primeras declaraciones aseguraron que los cuatro sujetos eran jóvenes adultos y tenían medias tipo can-can en la cabeza por lo que los rostros no eran fácil de reconocer. La policía montó un rápido operativo y alrededor de las 8 se encontró la camioneta que había sido abandonada en la zona de Nueva Esperanza, en la meseta. Personal de criminalística levantó del vehículo algunos soportes que los peritos deberán determinar si sirven como huellas dactilares. En tanto, durante la jornada personal de la comisaría 12 tomó testimoniales a los empleados reducidos por los criminales. El botín, de acuerdo a los datos aportados por la firma a la Policía, ascendería a unos 50.000 pesos en efectivo y poco más de 300.000 en cheques que ya fueron dados de baja por la empresa. La causa fue caratulada como robo calificado. | ||
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