El Gobierno admitió hoy que por la crisis financiera internacional se produjeron despidos y suspensiones, como los ocurridos en las automotrices, pero consideró que se trata de "hechos puntuales". "Aparecen algunas situaciones a las que hay que prestarle la debida atención", reconoció el jefe de Gabinete, Sergio Massa, al ser consultado en un reportaje radial sobre los conflictos en las terminales fabricantes de autos.
Las declaraciones se produjeron frente al recrudecimiento de las últimas horas del conflicto en varias plantas automotrices, sobre todo en Rosario, con suspensiones y amenazas de despidos, y declaraciones de dirigentes gremiales, empresariales y políticos, que reclaman medidas urgentes.
El funcionario nacional afirmó que "el gobierno viene trabajando desde hace un mes", con reuniones con dirigentes de las organizaciones de trabajadores y empresarios, con el objetivo de "mantener el nivel de actividad económica y el nivel de empleo", temas a los que calificó como "centrales".
De todos modos, resaltó que "a pesar de la situación internacional (se registró) una mejora en los indicadores de desempleo". "Aparecen algunas situaciones a las que hay que prestarle especial atención", aclaró el jefe de Gabinete sobre los conflictos que se generaron en el sector automotor, y prometió que se van a "articular" medidas desde el Ministerio de Trabajo y la Secretaría de Industria para enfrentar esa situación.
Sergio Massa aclaró que lo registrado en las terminales automotrices se trata de "hechos puntuales", y ratificó que "el gobierno interviene para garantizar el nivel de empleo y para darle perspectivas a diferentes sectores de la industria".
El jefe de Gabinete advirtió que se va a tener "especial cuidado en las industrias sensibles". Además, el ministro coordinador aclaró que se aplicarán "todas las herramientas del Estado" para "garantizar el nivel de actividad por un lado y la estabilidad en el empleo", pero reclamó "no generar sensación de zozobra en la gente y transmitir tranquilidad".
En tanto, el gremio automotriz advirtió que "la situación es bastante complicada" en la industria, donde señaló que "la crisis está instalada", en tanto que por el lado empresario dicen que se trata de "un problema mundial, no solo argentino". "Estamos tratando de acceder a alguna negociación con las empresas a los efectos de que no se produzcan desvinculaciones, sino que se mantenga el trabajo", indicó el secretario de prensa del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), Leonardo Almada, al canal Todo Noticias (TN).
El presidente de Fiat Argentina, Cristiano Ratazzi, se mostró confiado en que "Brasil se recupere más rápido que otros países", lo cual favorecerá a la industria local fuertemente dependiente de exportaciones al principal socio del Mercosur. "La industria automotriz mundial tiene un problema", señaló Ratazzi al canal Todo Noticias, al tiempo que remarcó que "es un problema a nivel mundial, no solamente argentino", pero aseguró sentirse "optimista porque Brasil se recupere más rápido".
En tanto, el senador socialista Rubén Giustiniani exhortó al gobierno nacional a convocar a un "pacto social" para enfrentar la ola de despidos y suspensiones como consecuencia de la crisis internacional, y pidió terminar con la "lógica de tomar decisiones entre cuatro paredes" o decir que "estamos en el mejor de los mundos".
En Santa Fe, provincia a la que representa Giustiniani, la CGT local dispuso ayer el estado de alerta y movilización ante el avance de despidos y suspensiones de trabajadores. Los dirigentes ultrakirchneristas Carlos Heller y Edgardo Depetris advirtieron sobre supuestos intentos empresarios por condicionar al gobierno nacional con las amenazas de despidos, a las que desvincularon de la crisis internacional.
Fuente: DyN