El ministro de Economía, Carlos Fernández, criticó hoy con dureza al Fondo Monetario Internacional (FMI), al señalar que "esta crisis no es independiente de las deficiencias" del organismo multilateral de crédito, y advirtió que está incurriendo nuevamente en "algunos de los más serios defectos".
Asimismo, reclamó una "mejor regulación" de los sistemas financieros. "El mundo requiere acciones expeditivas y a gran escala, tendientes a promover políticas macroeconómicas contracíclicas, mecanismos flexibles de asistencia financiera multilateral para los países en desarrollo de corto y mediano plazo y una mayor y mejor regulación de los sistemas financieros", subrayó Fernández al hablar en la reunión ministerial del G-20 en San Pablo.
Advirtió que "de lo contrario, existen altas probabilidades de que la situación actual dé lugar a una fuerte y prolongada recesión de la economía mundial". Asimismo, remarcó que "esta crisis no es independiente de las deficiencias que muchos países en desarrollo venimos señalando en relación con el rol de los organismos multilaterales de crédito, en particular del Fondo Monetario Internacional (FMI)".
Señaló que "en las crisis más recientes que afectaron a las economías en desarrollo la asistencia financiera del FMI probó ser insuficiente, no estuvo disponible de manera oportuna y se concedió sujeta a condicionalidades cuya instrumentación tendió a empeorar, en lugar de a revertir, las crisis." "La actual crisis financiera ha puesto en evidencia las debilidades de un sistema monetario internacional sustentado en la supuesta capacidad de autorregulación de los mercados", puntualizó el ministro.
Admitió que "los países de América Latina no son inmunes a esta crisis", pero destacó que "al igual que otras economías en desarrollo, se encuentran comparativamente menos expuestos a esta crisis que a experiencias similares anteriores, especialmente en relación con los mecanismos de transmisión financieros".
En cuanto a la Argentina, subrayó que "se destaca, además de la situación superavitaria a nivel fiscal y de la balanza de pagos, la solidez patrimonial del sistema financiero, su elevada liquidez y una muy reducida exposición al riesgo de descalce cambiario".
De todos modos, sostuvo que "la situación actual reclama acciones rápidas y concretas para contener los efectos de contagio y multiplicadores de la crisis". "En este sentido, proponemos aquí tres líneas de acción, que requieren acciones multilaterales coordinadas y a gran escala. Las dos primeras son acciones prioritarias para el corto plazo y la tercera resulta central para el mediano plazo", indicó Fernández.
Precisó que "en primer lugar, resulta imperioso diseñar mecanismos de coordinación macroeconómica efectivos", y consideró que "los países superavitarios deberán incrementar su gasto de consumo e inversión y los industrializados desarrollar políticas monetarias y fiscales expansivas". "En las circunstancias actuales, no deben existir condicionantes a la implementación de políticas fiscales que jueguen un rol proactivo y estabilizador en los países en desarrollo", afirmó el ministro.
En segundo lugar, indicó que "se deben implementar nuevos mecanismos financieros multilaterales para contener la propagación de la crisis a los países en desarrollo y prevenir crisis como la actual en el futuro".
Al respecto, estimó que "para evitar una generalización de los ajustes recesivos, las economías avanzadas y las instituciones financieras internacionales deben proveer instrumentos de liquidez de corto plazo a los países en desarrollo". "Es fundamental que los préstamos sean flexibles y que no impongan las condicionalidades del pasado", subrayó Fernández, y puso de relieve que la línea de crédito recientemente promovida por parte del Fondo "tiende a dejar de lado a la mayoría de los países en desarrollo, y reitera algunos de los más serios defectos en los que incurrió el FMI en el pasado reciente".
En ese sentido, destacó "los condicionamientos previos que plantea, y la discrecionalidad que se reserva para los miembros de su staff a la hora de definir qué países y por cuánto tiempo tendrán acceso a dicha línea de financiamiento".
Así concluyó que "resulta inconsistente que los países avanzados provean irrestrictamente liquidez para contener el pánico de sus mercados, mientras que la mayoría de las economías emergentes no recibe ayuda para enfrentar una reversión en las condiciones de mercado eminentemente exógena". Alertó que "esto provocará una fuerte asimetría y división artificial entre los países".
En tercer lugar, señaló que "resulta necesario modificar la regulación y supervisión del sistema financiero internacional". "El rescate de instituciones financieras, el restablecimiento de la confianza y la adecuada operación de los mercados es ineludible", afirmó Fernández, quien puntualizó que "debe ir acompañada por una fuerte regulación y supervisión que evite la excesiva toma de riesgos y asegure una adecuada capitalización de las instituciones financieras".
Fuente: DYN