SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La investigación histórica sobre la Patagonia está más viva que nunca y los debates que la circundan también exhiben una dinámica que atrae y entusiasma más allá del mundo académico. Así quedó demostrado en las Terceras Jornadas de Historia de la Patagonia que convocaron en esta ciudad a más de 500 investigadores, docentes y estudiantes de toda la región.
A ellos se sumaron también especialistas de otros puntos del país que trabajan sobre temas relacionados con la Patagonia. El comentario más escuchado en los pasillos fue la variedad y calidad de las ponencias expuestas en las distintas mesas de trabajo.
La vicepresidenta de Asuntos Científicos del Conicet, Noemí Girbal, aseguró que "el nivel de discusión es muy bueno y muy provechoso". Consideró que la calidad de las jornadas "trasciende el ámbito regional".
En diálogo con "Río Negro" destacó la presencia notoria de "investigadores jóvenes, que llegan con su primera ponencia" e impusieron un perfil muy particular al encuentro, cuyo acto de cierre será hoy a las 19 en el CRUB.
Luego de participar de varias mesas y paneles, Girbal identificó algunos temas que son recurrentes para los historiadores patagónicos como "la distribución de la tierra, el desarrollo de la ganadería, la masonería y también todo lo relacionado con la presencia y la evolución del peronismo".
La investigadora de la UNCo regional Viedma y miembro de la comisión organizadora Martha Ruffini dijo por su parte que el balance de las primeras jornadas "es muy positivo", especialmente por "el interés que demuestran los participantes".
Además del intercambio de conocimiento sobre temas como las migraciones, la organización institucional de las provincias patagónicas, sus conflictos políticos y los aportes de las comunidades originarias, hubo también espacio para la autocrítica.
Los investigadores y catedráticos de historia presentes en el cónclave suscribieron un documento crítico en relación con el emprendimiento petrolero y gasífero en la cuenca del Ñirihuau, que fue licitado días atrás por el gobierno rionegrino y despertó fuerte resistencia en esta ciudad.
Entre las exposiciones hubo abordajes novedosos sobre el trabajo a partir de fuentes orales y no faltaron tampoco los estudios que pusieron el foco sobre la conformación de las sociedades locales y su relación con el poder.
Interesante resultó, por caso, una ponencia de la viedmense Graciela Suárez sobre las denuncias y quejas asentadas contra los jueces de Paz en el Valle de Río Negro a mediados del siglo XX.
La investigadora reseñó que los planteos tenían que ver con la arbitrariedad en allanamientos y desalojos, con la falta de imparcialdad, negación de justicia, venalidad de los funcionarios u otras irregularidades.
Otro trabajo presentado fue el de Juan Villaboa y Ana Roa sobre el proceso de "provincialización" de Santa Cruz, desde la llamada "Revolución Libertadora" hasta la convención constituyente. Analizaron especialmente las motivaciones y argumentos de quienes se opusieron en aquellos días a que Santa Cruz abandone la condición de territorio tutelado desde la capital federal.
