| Fue el jueves. El gobernador Saiz terminó el contacto con la prensa y partió para su despacho. Al parecer, allí se informó sobre dichos de la defensora, Ana Piccinini. Antes le habían preguntado por ella, pero respondió sin precisiones. Entonces volvió rápido sobre sus pasos. Se asomó al patio colonial y preguntó por el periodista que le había consultado sobre la invitación de la defensora a dialogar". El periodista ya no estaba, pero Saiz insistió y encargó que "si lo ven, díganle que yo hablo vestido y no a calzón quitado", como pidió Piccinini. Cumplimos con el pedido. | |