Viernes 07 de Noviembre de 2008 Edicion impresa pag. 52 > Carta de Lectores
"Coco" ya vuela libre
Devuelven a su hábitat a un águila mora antes cautiva. Su área será un campo cerca de Sierra Grande.

SAN ANTONIO OESTE (ASA) Finalmente, con un planeo que lo catapultó hacia la libertad, "Coco Bruce", el águila mora que fue recuperada de su cautiverio, fue devuelta a su hábitat natural.

La liberación del ave se llevó a cabo el miércoles por la tarde, por un equipo encabezado por la veterinaria María Eugenia Picerno, su esposo Bruce y Carla, la empleada del comercio de la profesional que se ocupó de llevar un diario con los avances del águila.

"Coco" fue transportado en una caja hasta la zona de "Bahía Dorada", para ser devuelta al medio natural en un campo que dista 50 km de la localidad de Sierra Grande y es propiedad de Nicolás Van Ditmar. "La ayuda de esta familia será fundamental porque como no podemos precisar cuánto tiempo estuvo el ave en cautiverio, si existen problemas en el desarrollo de sus habilidades de caza ellos le suministrarán alimento" explicó Picerno.

El momento de alzar el vuelo fue casi mágico para los presentes, que ubicados en una loma a unos mil metros sobre el nivel del mar pudieron percibir que la tenue llovizna de la tarde se intensificaba a medida que el águila, con sus plumas recuperadas, daba sus primeros planeos hasta alejarse confundiéndose con el paisaje.

El ave fue hallada hace cuatro meses por unos vecinos de Las Grutas, que al descubrir al hermoso ejemplar intentando planear sin poder levantar vuelo en las inmediaciones de su casa dieron aviso a la profesional, que se ocupó de trasladarlo a la veterinaria para su recuperación.

"Cuando me informaron de la aparición del águila pude constatar que tenía las plumas de sus alas recortadas, y esto era lo que impedía su vuelo, por eso es evidente que alguna persona la capturó para tenerla en su casa como si fuera una mascota y quiso deshacerse de ella o no pudo evitar que escapara, llegando a manos de estos vecinos", explicó la médica.

Coco, que llegó al consultorio con muy bajo peso, fue instalado en el patio trasero de la veterinaria, que fue acondicionada con una red de las que se utilizan para pescar buscando de esta forma garantizarle libertad de movimientos. "Gracias a la ayuda de Maximiliano Bertini, uno de los miembros del proyecto ´cóndor andino´ pudimos recuperarla, y ahora esperamos que disfrute de su libertad". Para evitar futuros inconvenientes el ave fue anillada con un dispositivo obtenido a través del zoológico de Capital, que permitirá que la profesional sea alertada ante cualquier trastorno que pueda sufrir.

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