SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los trabajadores del hospital culminaron ayer un nuevo paro de 48 horas con la decisión de repetir la medida de fuerza la semana próxima para forzar una respuesta de las autoridades provinciales al reclamo de recomposición salarial y mejoramiento de las condiciones de trabajo.
La huelga, con presencia en el nosocomio, alcanzó una adhesión superior al 90% ya que sólo se cubrieron las guardias y los servicios internación.
En la asamblea realizada ayer participó la legisladora de Encuentro - Frente Grande, Beatriz Contreras, quien se comprometió a gestionar la presencia de la ministra de Salud, Cristina Uria, en Bariloche para poder pedirle personalmente respuestas concretas a las demandas planteadas por los agentes.
La adhesión de Contreras se sumó a las gestiones iniciadas por los justicialistas Carlos Peralta y Silvina García Larraburu, quienes enviaron un pedido de informes al gobernador, Miguel Saiz, detallando la crítica situación que atraviesa el nosocomio local.
El delegado de ATE, Edgar Actis, ironizó ayer que "todo el mundo mando notas y pidió la presencia de la ministra pero el gobierno no da respuestas".
El dirigente anticipó a "Río Negro" que en el miércoles próximo, junto con el paro, se realizará una asamblea abierta a todas las organizaciones de la comunidad para debatir la emergencia hospitalaria.
También convocarán al intendente Marcelo Cascón para pedirle su intermediación y hacer llegar el reclamo al mandatario provincial.
El hospital "Ramón Carrillo" soporta un fuerte déficit de personal -más de 100 trabajadores en las distintas áreas- que se agrava por los bajos salarios y falta de insumos y medicamentos. Según expresaron los agentes, esta situación pone en forma constante a médicos, técnicos y enfermeros al borde de la mala praxis.
El personal hospitalario reclama la presencia de la ministra de Salud para debatir una larga lista de reclamos. "Los bajos salarios, las condiciones inadecuadas de los lugares de trabajo, la falta de personal y la escasez permanente de insumos, consecuencia de los presupuestos insuficientes de los hospitales, sumado al costo de vida cada vez mayor de la canasta alimentaria, producto de la inflación", fundamentan los pedidos.
ATE advirtió que "todo esta situación ha hecho que los trabajadores digamos basta".
"No podemos seguir trabajando en estas condiciones, el gobierno tiene que entender que para garantizar salud tiene que destinar presupuestos adecuados para el funcionamiento de los hospitales, centros de salud y el salario del personal", afirmaron desde el sindicato.