VIEDMA (AV).- La reunión de mañana de los radicales rionegrinos con el presidente de la UCR, Gerardo Morales por la normalización partidaria en Río Negro tendrá finalmente un representante del gobernador Miguel Saiz. Será el legislador Jorge Pascual, quien trasmitirá la posición más extrema del oficialismo K: el levantamiento de las sanciones y el llamado urgente a elecciones partidarias.

"No están en condiciones de exigir. Primero, hay que corregir el desvío del radicalismo de Río Negro que originó esta situación. Tendrán definir dónde estarán parados. La UCR nacional ratificó su oposición al kirchnerismo". De esa manera sintetizó el referente orgánico Fernando Chironi el escenario que espera a sus correligionarios provinciales.

Pascual reacomodó ayer su mensaje y se mostró más conciliador. Incluso quiso explicar que la alineación del radicalismo rionegrino en la necesidad del gobierno de Miguel Saiz. "Mantener el poder y el gobierno requiere hacer acuerdos y alianzas con sectores que son, en este caso, el propio gobierno nacional", expresó.

El encuentro con Morales será mañana al mediodía en el Comité Central. Al presidente lo acompañarán Chironi, y los interventores Juan Gauna, Juan Moure y Juan Correa. La delegación rionegrina se conformará por el senador Pablo Verani, el vicegobernador Bautista Mendioroz, Pascual, y los intendentes Jorge Ferreira, y Marcelo Cascón. No concurrirá el titular de de la bancada oficialista, Daniel Sartor.

La invitación a Pascual se incorporó después de un gesto de Morales hacia Saiz, gestionado por Chironi y el secretario General de la Gobernación, Francisco González. Ambos entendieron que la propuesta del presidente de la UCR al gobernador para que designe a un representante conformaría un elemento de distensión.

El posicionamiento del gobernador siempre fue el más crítico contra la intervención y el presidente Morales. Una actitud consecuente con su férreo alineamiento al gobierno kirchnerista. Por eso, Pascual transmitirá la visión más extrema de la comitiva rionegrina.

Por su parte, Verani endureció su visión después del fracaso en el acercamiento que intentó entre la conducción nacional y el radicalismo rionegrino. En cambio, Mendioroz, y los intendentes tienen evaluaciones más conciliadoras.

En principio, no habrá espacios para ramificaciones. Los rionegrinos quedarán divididos cuando Morales requiera definiciones del alineamiento nacional.