Una histórica concurrencia a las urnas, que se creía llegaría a más de 153 millones de personas, y el triunfo en estados claves como California, Virginia, Pennsylvania, New Hampshire, Florida, Illinois, Nueva York, entre otros, transformaron esta madrugada al candidato demócrata Barack Obama, en el el primer afroamericano en presidir el país en su historia. También estaba a punto de ganar Ohio, uno de los estados que necesitaba, ya que los sondeos no daban una tendencia definida.

Un inusual buen tiempo generalizado en todo el país provocó ayer largas colas en numerosos locales electorales. Es evidente que el "fenómeno Obama" arrastró a millones a las urnas. Los datos de voto adelantado, unos 30 millones de acuerdo a la Universidad George Mason, y las largas filas observadas indicaban que se pudo haber alcanzado una participación récord entre los 153,1 millones de votantes registrados en todo el país.

Según los analistas, Obama encarnó mucho mejor que su rival John McCain la imagen de que podía producir un cambio en el futuro del país. Estados Unidos está hoy inmerso en su mayor crisis económica de los últimos 80 años -además de dos guerras de futuro incierto- y el candidato demócrata mostró reflejos para convencer a los electores de que él era la persona adecuada para llevar el timón del país.

Obama iba al frente entre las mujeres, los negros y los hispanos en las elecciones presidenciales, mientras que John McCain llevaba ventaja entre los blancos.

Obama también fue elegido por uno de cada 10 votantes que acudieron a las urnas por primera vez el martes, un grupo formado por electores de unos veintitantos años y de diversas razas, la mitad de los cuales dicen ser demócratas. En general, el intento de Obama de convertirse en el primer presidente de raza negra del país atrajo los votos de más de la mitad de las mujeres, dos tercios de los votantes hispanos y casi todos los negros que acudieron a las urnas. Obama, de 47 años, estaba ganado los votos de los menores de 30 años por un margen de 2 a 1.

Las primeras victorias de Barak llegaron en estados tradicionalmente demócratas. Dos de ellas, no obstante, fueron en Nueva Hampshire y Pensilvania, en los que John McCain había hecho intensas campañas en la esperanza de incorporarlos a las filas republicanas. Pensilvania era considerado un botín codiciado, con sus 21 votos electorales, y la victoria de Obama fue un duro golpe para McCain.

A la una de hoy, hora argentina, ya se sabía que EE. UU tenía nuevo presidente (fue cuando se confirmaban los triunfos de Virginia y California, suficiente para superor los 270 para ser elegido. El candidato demócrata salió victorioso además en Michigan, Minnesota, Rhode Island, Wisconsin, Nueva Jersey, Massachusetts, Maryland, Connecticut, Maine, el Distrito de Columbia (Washington) y Delaware. McCain, por su parte, fue el ganador en Carolina del Sur, Tenesí, Oklahoma y Wyoming, tres estados firmemente republicanos.

Obama votó ayer en la escuela de párvulos Beulah Shoesmith, en Chicago, por la mañana, vitoreado por los asistentes cuando mostró su papeleta electoral en estos comicios por la presidencia. Lo acompañaron su esposa Michelle y sus dos hijas. En Phoenix, McCain depositó su voto en una iglesia antes de volar a Colorado y Nuevo México. Apenas pasó minutos en el centro de votación.

McCain: "La gente habló, y habló claramente"

Esta madrugada, el senador Republicano, John McCain, aceptó su derrota en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ante el candidato Demócrata Barack Obama.

"La gente habló y habló claramente" dijo el senador de Arizona antes de anunciar a sus seguidores que llamó a Obama para felicitarlo, a lo cual sus seguidores respondieron con un sonoro abucheo que el propio McCain tuvo que calmar. McCain llamó a esta elección "histórica" y se congratuló de que un afroamericano ganara la presidencia y lamentó que la abuela de Obama no pudiera vivir para ver este día. Respecto a la derrota electoral dijo Mccain "el fracaso fue mio, no de ustedes". (Agencias)