SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La Cámara Primera del Crimen comenzó a juzgar a un joven a quien acusan por daño y lesiones graves, porque le adjudican haber herido de 11 puñaladas a un amigo de su ex pareja, además de destrozarle el parabrisas de su auto. El imputado ya registra una condena en suspenso por lesiones y otra por abuso sexual, y al declarar ante la audiencia su ex pareja lo definió como "un obsesionado, con celos enfermizos, que la espiaba y la seguía", aún dos años después de haber concluido sus relaciones.

El descargo del imputado apuntó a invocar la eximente de la legítima defensa, una excusa que fue desestimada por el juez de Instrucción y la fiscal Mirta Siedlecki, quienes interpretaron que su versión era mendaz. Ayer insistió con esa versión, que fue refutada en su declaración por el damnificado.

El hecho que le atribuyen a Daniel Mora (27 años) se produjo entre las 0.30 y la 1.10 del último 15 de febrero, ocasión en que, según la requisitoria de elevación a juicio, el imputado se presentó en la parte externa del domicilio de la madre de su hijo y tras golpear y patear la puerta con violencia, además de arrojar piedras contra las ventanas de la vivienda, destruyó el parabrisas de un Ford Escort que estaba estacionado frente a la casa, que era de propiedad de Cristian Zerón, un amigo de su ex pareja.

También le adjudican a Mora que instantes después, mientras se retiraba en dirección a donde había estacionado su auto y Zerón le reclamaba el pago del parabrisas, atacó al damnificado con un arma blanca y le produjo 11 heridas en distintas partes del cuerpo, una de ellas penetrante, en el hemitórax izquierdo, que puso en riesgo su vida, y otra profunda en el antebrazo izquierdo, que lesionó tendones y requirió una intervención quirúrgica.

Mora expuso que le molestó ver el auto de Zerón frente a la casa de su ex pareja, porque ella le reprochaba si recibía al hijo estando con su novia. "Llamé a la puerta, pero como no me atendió le pegué una patada al auto y sonó la alarma", declaró, negando que hubiera roto el parabrisas de Zerón en ese momento. Aseguró que el arma blanca era de Zerón, y que el la tomó después de que lucharan, y la utilizó para que lo soltara, porque lo estaba ahorcando.

Zerón desmintió a Mora en todo. Dijo que se estaba despidiendo de Rosana Guzmán porque al día siguiente iniciaba sus vacaciones, que salió al escuchar el ruido de la rotura del parabrisas y declaró que durante la pelea, cuando Mora le pegaba, no advirtió que tuviera un arma blanca en su mano, y creyó que peleaban a puño limpio. Agregó que tras separarse del agresor, mientras lo amenazaba de muerte, advirtió que estaba sangrando.

Rosana Guzmán no presenció la pelea, pero recordó que observó cuando Mora espiaba por una ventana y comenzó a golpear la puerta como para tirarla abajo.