BUENOS AIRES (ABA).- Un histórico del peronismo, asesor en funciones, ingresó a una reunión en Olivos, cuando el ex presidente Kirchner, adoctrinaba al diputado Kunkel, sobre el proyecto de la eliminación de las AFJP.

"A mí no me vengas con versos ¿Es por la caja, no?, lanzó el tercero en discordia. "Sí", fue la escueta respuesta del jefe del justicialismo que, a esta altura, más que por la situación financiera del año próximo -cree tenerla bajo control- está preocupado por el armado político electoral y por cómo contrarrestar la influencia de algunos ministros, por ejemplo Sergio Massa.

Pese a los avatares, Kirchner no pierde el buen humor. Amoldando una frase que hizo popular el ex presidente norteamericano, Bill Clinton, suele repetir en la intimidad a propósito del crucial debate por los fondos jubilatorios: "Es la caja, estúpido".

Fuentes gubernamentales señalaron a "Río Negro" que Kirchner ha "entornado" a su esposa, controlando el tenor de las visitas. A algunos encuestadores que trabajan para el gobierno que antes de mostrar sus mediciones a la primera mandataria, se las exhiban a él para poder moderarlas de ser necesario.

La candidatura del pingûino en la provincia de Buenos Aires está en veremos, igual que la del gobernador Daniel Scioli. Se sigue promoviendo el nombre del jefe de Gabinete, Sergio Massa. Kirchner tiene celos de su aires independentistas. "Le lava la cabeza a Cristina", suele señalar.

Una forma de "sacárselo de encima" es ponerlo en la grilla de la carrera bonaerense teniendo en cuenta su grado de aceptación popular y reemplazarlo por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, "un todo terreno" K.

Kirchner ve un panorama sombrío en Santa Fe y Córdoba. En el primer distrito, el senador Carlos Reutemann, habría anticipado su decisión de no competir. Tampoco lo haría el jefe del bloque de diputados del PJ, Agustín Rossi, porque mide de regular para abajo.

En Córdoba, las complicaciones estallarán previsiblemente por la dura interna entre el gobernador Juan Schiaretti y su antecesor José Manuel de la Sota. En esa provincia, avanzaron en un acuerdo "Lilita" Carrió, Luis Juez y el radical Mario Negri.

Mendoza es otro territorio complicado por la influencia del vicepresidente Cobos. El asesor antes mencionado se muestra pesimista, y apuesta al resultado medianamente satisfactorio que pueda obtenerse, cuando no, en Buenos Aires. Allí están los principales esfuerzos de Kirchner, que subestima a Eduardo Duhalde, aunque admite que lo podría dañar una alianza entre el disidente Solá y De Nárvaez.

En Capital el kirchnerismo no alberga buenos augurios. Kirchner no lo quiere a Alberto Fernández y en cualquier momento podría desatar una asonada contra el ex jefe de Gabinete. En Olivos, anticipó que deberán marginar al ex intendente Aníbal Ibarra y al presidente del bloque de legisladores del FpV, Diego Kravetz. Los exhortó a construir una alianza amplia con eje en Jorge Telerman.