Barack Obama escribió su nombre con tinta indeleble en la historia estadounidense el martes al convertirse en el primer presidente negro del país con una aplastante victoria sobre John McCain, impulsada por un mensaje de renovación política y social.
El demócrata alcanzaba el 52% de las preferencias y 349 votos electorales, mientras que McCain sumaba el 47% y 147 votos electorales con un 92% de mesas computadas. Hacían falta 270 votos electorales para ser elegido presidente.
La victoria de Obama representa un fuerte rechazo de la gestión de George W. Bush, quien nunca sacó más de 286 votos electorales en las dos votaciones presidenciales que ganó. Obama capturó estados que otrora eran bastiones republicanos, como Florida, Indiana y Virginia, y conservó los que tradicionalmente votan por los demócratas.
El senador de Illinois, de 47 años, hijo de una mujer blanca de Kansas y de un padre negro de Kenia, explotó el profundo descontento que hay con el actual estado de cosas y prometió una nueva era de cambio y esperanza a lo largo de una impecable campaña electoral de 21 meses.
En ciudades de todo el país se escucharon bocinazos. En el barrio neoyorquino de Harlem se reunieron miles de personas en una plaza cerca del legendario teatro Apollo. En Washington se concentraron también miles de personas cerca de la Casa Blanca y gritaron ``¡Bush se va!''. Obama cruzó una puerta abierta hace 145 años, cuando Abraham Lincoln, otro político de Illinois, concedió la libertad a los esclavos afroamericanos en medio de una sangrienta guerra civil.
Obama asumirá la presidencia el 20 de enero, 43 años después de que se sancionó una ley que anulaba una serie de requisitos que en la práctica impedían votar a los negros en muchos estados sureños.
FUENTE: AP