VIEDMA / CIPOLLETTI (AV-AC)- El asfalto rural en Cipolletti con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sigue siendo materia de polémica. El gobierno provincial decidió avanzar en el proyecto, pero en la ciudad valletana ofrecen resistencias.

Se trata de una iniciativa destinado a financiar la construcción de unos 38 kilómetros de pavimento flexible destinado a beneficiar a 950 chacareros con un presupuesto total 8,3 millones de dólares. Casi 7 millones serán aportados por el organismo multilateral, en tanto que el resto estará a cargo de la provincia en forma inicial.

Ocurre que en Cipolletti se mantiene una particular situación respecto de este crédito. La comuna se replegó porque los productores se negaron a pagar el cupo que les corresponde para sostener el préstamo.

Esto lo confirmó el intendente Alberto Weretilneck, quien dijo a "Río Negro" que de ninguna manera su administración podía hacerse cargo de financiar la obra, y que unos 300 productores ya habían expresado su rechazo como para renunciar a este beneficio.

De esta manera, se plantea un interrogante sobre qué sucederá con la obra, porque el plan fue difundido por el Boletín Oficial en el marco de un convenio suscripto entre el gobernador Miguel Saiz y el secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, Carlos Cheppi, durante su reciente visita a Río Negro.

Entre los objetivos específicos detallados figuran la necesidad de dotar de infraestructura vial moderna a la zona productiva del Alto Valle, permitiendo la mejora de la transitabilidad de la zona, posibilitar al productor el cumplimiento con las crecientes exigencias sobre calidad de los productos alimenticios que son colocados en el mercado internacional. Se prevé además mejorar la conducciones que eliminen la proliferación de plagas y producir una menor exigencia cualitativa y cuantitativa del parque de transportes y la disminución de los tiempos de ingreso de la fruta a las plantas frigoríficas.

Otro de los argumentos del gobierno para insistir en la propuesta es que el mal estado de los caminos rurales, produce efectos negativos sobre la calidad de la fruta y consecuentemente sobre los precios.