Quedó ratificada por el Superior Tribunal de Justicia la condena que impuso la Cámara Tercera del Crimen de Roca a un inspector de la Dirección de Transporte de Río Negro por el delito de estafa -a la pena de un año y seis meses de prisión en suspenso- por quedarse con plata de la multa que le labró a un infractor.

La resolución del máximo organismo judicial rionegrino, según informó la agencia de noticias ADN, fue dispuesta al rechazar el recurso de queja impuesto por el fiscal de Cámara Eduardo Scilipoti y así se confirmó la condena a Gerardo Enrique Toro, inicialmente imputado por el delito de fraude contra la administración pública.

La Cámara Tercera resolvió condenar a Toro, como autor del delito de estafa, a la pena de un año y seis meses de prisión en suspenso y al pago de las costas del juicio.

Contra esa decisión, el fiscal de Cámara formuló recurso de casación, que fue declarado inadmisible por el Tribunal roquense, lo que motivó su queja ante el Superior Tribunal y sostuvo que su recurso principal fue indebidamente denegado en tanto su crítica fue razonada y concreta e insistió en que "el perjuicio es a la administración pública y no al particular, por lo que la conducta atribuible al imputado es una defraudación a la administración pública y no la estafa a un particular".

Al respecto, alegó que la sentencia aplica una pena inferior a la mitad de la requerida, porque además de la de prisión había solicitado la conjunta de inhabilitación especial perpetua, lo que desestima el argumento denegatorio.

El juez Víctor Sodero Nievas explicó que "no se cuestiona que se trata de la comisión de un delito doloso y el juzgador sostiene que el hecho fue cometido por el imputado en su carácter de inspector de la Dirección de Transporte de la provincia, en determinadas circunstancias de tiempo y lugar, cuando labró un acta de infracción y se apropió del monto pagado por el infractor".