SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Martín Andrés Filipit, el estudiante que resultó mortalmente herido al caer en la picada de Laguna Negra, falleció y sus padres donaron sus órganos, por lo que intervino el Incucai. Aseguraron además que se trató de un triste accidente -por lo que no buscarían responsables- y pidieron "respeto por nuestro hijo".

Mientras tanto, se desconoce hasta el momento si la justicia iniciará una investigación penal sobre lo sucedido. Por lo pronto, funcionarios de Turismo de la Nación creen que el colegio podría haber violado la ley de turismo estudiantil.

Leonardo Boto Alvarez, director de Gestión y Calidad Turística, declaró a "La Nación" que "en los datos preliminares que manejamos no consta que hayan contratado una agencia de viajes tal como prevé le ley. Aparentemente, no siguieron ninguna de las pautas establecidas. Es un colegio que realizó el viaje simplemente conducidos por profesores lo que viola la normativa vigente".

El operativo de extracción de órganos fue inédito en Bariloche ya que por primera vez se realizaron en simultáneo dos ablaciones a dos personas distintas. (Ver recuadro)

Los compañeros de colegio de Filipit y los dos docentes a cargo del grupo retornaron el domingo a mediodía a Buenos Aires. El cuerpo de Filipit será cremado hoy, tras lo cual se llevarán sus cenizas a la Capital Federal, para depositarlas en el colegio al que concurría Martín, en un cinerario donde descansan otros miembros de la comunidad educativa.

La excursión al refugio Italia-Manfredo Segre, aledaño a la Laguna Negra, se llevó a cabo el jueves 30 de octubre y el accidente ocurrió cerca de las 21, en el último tramo del recorrido, muy cerca del albergue de montaña. Quince alumnos del colegio Nuestra Señora de los Remedios, del Parque Avellaneda, de la Ciudad de Buenos Aires, habían iniciado la marcha hacia las 13, en Colonia Suiza, pese a encontrarse el albergue cerrado y que habían sido informados que la excursión era peligrosa.

Ayer el titular del albergue donde se alojó el grupo, Daniel Niborski, confirmó que habían sido advertidos de que la excursión era peligrosa. "Cuando supe que iban a Laguna Negra, el jueves por la mañana, me comuniqué con la gente del Club Andino Bariloche, para informarme sobre el estado de la travesía. Me dijeron claramente que el refugio Italia estaba cerrado y que el ascenso estaba cubierto de nieve y que era una salida peligrosa. Dijo que transmitió esta información a los docentes a los cuales "pareció no gustarles" oír lo que se les decía. También les sugirió ir hacia otro refugio, como el Emilio Frey, en el cerro Catedral, que tiene menos nieve en el sendero. "Este accidente no tendría que haber ocurrido, fue una tragedia anunciada", lamentó Niborski. Su afirmación coincide con los dichos de los rescatistas, que aseguraron a "Río Negro" que el grupo no estaba adecuadamente equipado y cometió todo tipo de imprudencias durante la salida a la montaña.

Florencia Germiquet, médica y guía de montaña, sostuvo que los chicos le explicaron que comenzaron a caminar recién a las 13, cuando lo aconsejable es subir temprano por la mañana. Esto motivó que recién a última hora lleguen a las inmediaciones del refugio. Otra de las socorristas, Diana Reboratti, confirmó que en el inicio de la picada había un cartel que decía "refugio cerrado" y recomendaba no subir "por riesgo de avalanchas".

La mayoría de los jóvenes no tenía el equipo adecuado para la excursión.

El jefe del ICE (Incendios, Comunicaciones y Emergencias de Parques Nacionales), Pedro Curuhual, sostuvo que el grupo subió sin el permiso de trekking y sin tomar las medidas de prudencia aconsejadas. Dijo que se elaboró un informe con lo actuado por el grupo de rescate. Martín fue trasladado desde el lugar de la caída hasta un mallín durante la noche del jueves y evacuado el viernes al amanecer con un helicóptero militar que estaba de casualidad en Bariloche.