Martes 04 de Noviembre de 2008 Edicion impresa pag. 24 > Internacionales
El temido "efecto Bradley" del que nadie se olvida

Con las elecciones presidenciales estadounidenses a la vuelta de la esquina, la mayoría de encuestas dan como favorito al demócrata Barack Obama. Precisamente por ello, el temido "efecto Bradley" aparece cada vez más como el único gran obstáculo entre el senador negro y la Casa Blanca.

¿Qué papel puede interpretar el racismo en la campaña? Según el propio Obama, ninguno. "Llevan un tiempo diciéndolo, y aquí estamos aún. No sé, no creo que los votantes blancos hayan recibido este memorándum sobre el ´efecto Bradley´", bromeó el miércoles el senador por Illinois en el programa de humor "The Daily Show".

Tampoco su rival, el republicano John McCain, ve la raza como un aspecto clave de las elecciones.

"Existe racismo en Estados Unidos, todos sabemos eso, pero estoy totalmente convencido de que el 99,44 por ciento de los norteamericanos tomarán su decisión basados en quién es el mejor para dirigir esta nación", dijo en una reciente entrevista con la cadena de televisión "CNN".

Pero ¿qué es exactamente el "efecto Bradley"? El nombre se lo dio involuntariamente Tom Bradley, que siendo alcalde de Los Ángeles perdió las elecciones para gobernador de California en 1982 a pesar de que las encuestas le otorgaban una cómoda victoria.

Según los analistas, Bradley perdió porque los ciudadanos dijeron en los sondeos que votarían por él pero a la hora de votar lo hicieron por su rival blanco, George Deukmejian. La situación estuvo a punto de repetirse seis años después: Douglas Wilder llegó a las elecciones a gobernador de Virginia con una ventaja de nueve puntos en las encuestas. Wilder se convirtió en el primer gobernador negro de Estados Unidos, pero por apenas medio punto porcentual. Desde entonces los negros ganaron muchas elecciones, y algunas con comodidad.

Pero Obama es el primer candidato afroamericano con opciones reales de alcanzar la Casa Blanca, por lo que pisa terreno desconocido, igual que en su día hicieron Bradley y Wilder.

Entre los comentaristas políticos, por el momento, el argumento mayoritario es que no habrá "efecto Bradley": El país cambió lo suficiente en los últimos años como para evitar que la raza decida unas elecciones.

"Yo creo que la gran mayoría de los estadounidense ven esta elección por lo que es, un referéndum sobre el futuro de nuestra nación, no un concurso de popularidad a decidirse por raza, sexo o edad", aseguró recientemente para "CNN" la analista Donna Brazile.

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