Si no le falla la memoria, Claudio Silvestrini tiene mucho para aportar a la causa Temux, porque a raíz de lo dispuesto por el decreto 445 el BPN, del mismo modo que el IADEP, dependían de su ministerio, bajo el control directo de Juan Pablo Bugner.
En marzo de 2005, cuando ya llevaba varios meses el secreto sobre el fraude de Temux y se temía que la noticia llegara a este diario y se hiciera pública, se hizo una reunión en la sucursal Buenos Aires entre funcionarios del banco y gente de Temux.
Por el banco participaron el entonces presidente Félix Racco, Bugner, el interventor en la sucursal Pablo Nogués, los síndicos Martín Elustondo y Ana Esteves, y el abogado Sebastián Brollo. Pero desde otro piso del mismo edificio seguían las alternativas de la discusión José Oser y quien era ministro de Planeamiento, Alfredo Esteves. El banco está en Maipú 50; al lado, en Maipú 48, está la Casa del Neuquén, y en Maipú 68 había una oficina reservada para Sobisch.
Según una versión de fuente confiable, Esteves y Oser estuvieron en consulta telefónica permanente con Silvestrini mientras se realizaba la reunión. Según la misma versión, Oser llegó al extremo de ingresar a la reunión para plantear una alternativa de acuerdo, que no tuvo éxito.
Como ni Esteves ni Oser tenían entonces relación orgánica con el banco ni con el ministerio de Economía, Silvestrini podría confirmar si, efectivamente, participaron de ese modo indirecto en la negociación, y explicar por qué.
Si el juez Muñoz tiene en su poder las filmaciones de las cámaras del banco en ese día, podrá revisarlas para verificar si aparecen Esteves y Oser. También podrá el juez solicitar un informe -que, al parecer, no pidió hasta ahora- sobre los cruces de llamadas telefónicas de los involucrados en ese día.