WASHINGTON (AFP/AP) - Barack Obama y el republicano John McCain queman sus últimos cartuchos ayer en un esfuerzo final para conquistar a los indecisos cuando restan tan sólo dos días para la histórica elección presidencial estadounidense, para la que el demócrata sigue a la cabeza de las encuestas.
El candidato demócrata emprendió una gira por tres ciudades en Ohio (noreste), un estado crucial tanto para él como para su rival republicano, pues fue el que decidió la reelección en 2004 del presidente George W. Bush. McCain, 72, por su parte, acelera el ritmo con un mitin de campaña a medianoche en Florida, seguido de actos en Pensilvania y New Hampshire que pueden inclinar la balanza a su favor.
En los últimos sondeos, la firma Zogby daba a Obama 49,5% contra 43,8%, mientras el estudio de Washington Post-ABC News el senador de Illinois aventaja a McCain en 53% contra 44%. Mientras, la consulta diaria de Rasmussen calculaba en 51 a 46% esta diferencia.
Pero en el complejo sistema electoral estadounidense se trata menos de ganar el voto popular que de obtener al menos 270 de los 538 grandes electores que componen el Colegio Electoral. La elección se juega en una decena de estados indecisos, los "swing States", capaces de inclinarse de uno a otro campo a último minuto y de definir la elección. En el 2000, George W. Bush ganó la elección presidencial con menos votos que su adversario demócrata Al Gore a nivel nacional. En el 2004, la elección se decidió en un solo Estado, Ohio (norte), ganado por Bush con un poco menos de 120.000 votos de ventaja, en más de 5,6 millones de sufragios.
Ayer, el republicano prometió el triunfo con la frase "Mac is Back" (Mac está de regreso) y reiteró sus ataques contra el grado de patriotismo de su rival y su plan fiscal.
Al entrar en el electrizante fin de semana previo a los comicios, Obama prometió "una nueva política para una nueva era", y dijo que tenía "el viento adecuado" a su espalda al avanzar en su intento por convertirse en el primer presidente negro de EE. UU.
Respaldado por una cómoda ventaja en las encuestas y por la adoración de multitudes, el senador de 47 años critica duramente a McCain por la crisis económica describiendo a su rival como un fiel subordinado del impopular Bush. Obama criticó a McCain luego de que el vicepresidente Dick Cheney elogiara al senador por Arizona porque "entiende el peligro que enfrenta Estados Unidos". "(Cheney) sabe que con John McCain tenemos una doble oferta: las políticas económicas de George Bush y las política exterior de Cheney",
McCain, a su vez, ataca el patriotismo de su rival en un intento por transformar los comicios en un referéndum sobre la capacidad de Obama para servir como comandante en jefe en Irak y Afganistán. Dijo que Obama era la elección equivocada para un mundo peligroso donde "millones de vidas" están en juego.