La Cámara de Senadores debatirá el miércoles próximo el proyecto de presupuesto nacional 2009, que el oficialismo busca aprobar sin ningún cambio respecto del texto que sancionó Diputados, mientras que los bloques de oposición aún no acordaron una estrategia común para escalar las dificultades que le plantea estar en minoría.
El bloque kirchnerista, que lidera Miguel Pichetto, daba ayer por descontado que superarán con cierta comodidad la votación en general de la iniciativa enviada por la presidenta, pero las diferencias se estrecharán en los puntos que aluden a la ratificación de los superpoderes. Los dirigentes opositores estuvieron virtualmente ausentes en las dos semanas de consultas con funcionarios que alentó la comisión senatorial, lo que permitía concluir que su principal punto de preocupación está la disputa con el gobierno por el proyecto de modificación del sistema previsional y la estatización de las AFJP.
La oposición, centralizada en el bloque radical, los justicialistas disidentes, la Coalición Cívica, el socialismo y expresiones provinciales, se reunirá de apuros mañana y el martes para acordar acciones comunes que apunten esencialmente a imposibilitar un nuevo pronunciamiento favorable a la vigencia de los superpoderes, donde podrían contar con el respaldo de un número todavía indeterminado de oficialistas.
Sectores de la oposición cuestionan el proyecto oficial porque éste contabiliza como ingreso seguro la recaudación que el gobierno aspira a conseguir en 2009 por la aplicación de la ley de cheques, que aún debe ser debatida en ambas cámaras del Congreso y su texto no fue enviado por el Poder Ejecutivo. Senadores de varios partidos aspiran a modificar la relación de 70 a 30% de coparticipación del tributo que favorece con amplias ventajas a la Nación, contra los intereses de las provincias.
Opositores sostienen que los cálculos centrales del proyecto fueron realizados en el mes de junio, cuando no había crisis internacional a la vista y la economía del mundo seguía aumentando a un ritmo desacostumbradamente alto. Sin embargo esas perspectivas cambiaron en los últimos meses y lo siguen haciendo en estos días, pero el gobierno no modificó el presupuesto para ingresar los descensos de los precios de los productos primarios, sobre todo agropecuarios, una fuerte caída de ingresos fiscales por la baja de las retenciones y, por tanto, en los cálculos de la balanza comercial. (DyN)