25 DE MAYO (ACA).- En la madrugada de ayer dos adolescentes fueron embestidos por un Fiat Uno fuera de control. Uno de ellos murió instantáneamente ya que el auto lo arrastró y lo aplastó contra el paredón de una vivienda. El conductor del rodado fue derivado a un centro de mayor complejidad pero estaba fuera de peligro al igual que el compañero de la víctima fatal. A raíz del accidente, los vecinos se quejaron de la justicia y reclamaron mayores controles.

Si bien reconstruir lo que pasó está en manos de los peritos de Criminalística de la policía pampeana que ayer trabajó todo el día en la localidad, los primeros datos indican que entre las 3 y 4 de la mañana, el Fiat Uno dominio CJO 850 de color rojo conducido por Patricio Molina de unos 30 años de edad, venía por la calle Victorica entre el 400 y el 300 en dirección a la zona céntrica. En sentido contrario caminaban por la calle aunque junto al cordón, tres amigos.

De pronto los vecinos escucharon el rugir de un motor y un ruido como una explosión cuando el coche dio de lleno contra un árbol de la vereda para terminar contra el paredón a centímetros de una vivienda. En su raid atropelló a dos de los tres adolescentes. Uno de ellos, Adán Serreino, habría quedado enganchado en la carrocería y así fue arrastrado para quedar aplastado contra el muro, a juzgar por la gran mancha de sangre que había en ese lugar. El chico de 15 años de edad falleció en el acto, mientras que uno de sus compañeros sufrió traumatismos que no ponían en peligro su vida. El conductor del auto fue trasladado a Catriel, porque en 25 de Mayo no hay traumatólogo, aunque su estado general era bueno y permanecía allí bajo custodia policial ya que está en calidad de detenido.

En el auto iban dos personas más. Una de ellas sufrió algunos golpes; el otro resultó ileso y preso de un estado de shock huyó del lugar pero reapareció más tarde. Ayer, la radio municipal fue el canal por el que los vecinos manifestaron su enojo. Los veinticinqueños rememoran que en el 2004, un camión terminó con la vida de Ricardo Jara, quien estaba a punto de recibirse de ingeniero agrónomo. "Gracias a esta justicia el camión está prestando servicios en una empresa y el que lo conducía está en libertad. Ahora nos pasa con otra criatura que tenía toda una vida por delante" dijo a este medio Adelina González, vecina de la localidad. "Desde que pusieron lomos de burro en la ruta 34 en la zona urbana, agarran las calles del pueblo como pistas de carrera" era uno de los comentarios que manifestaban los oyentes a la radio municipal.

Hace dos meses el municipio, a solicitud de los vecinos, colocó reductores de velocidad en la ruta 34 que pasa por la zona urbana y que era el lugar de picadas de autos y motos. Los fanáticos de la velocidad optan ahora por las calles de la localidad para sus proezas. Ahora se prevé que se apurará la sanción del Código de faltas.