Domingo 02 de Noviembre de 2008 Edicion impresa pag. 31 > Policiales y Judiciales
Critican las condiciones de detención del menor muerto
Derechos Humanos alertó sobre que la víctima no debió ser arrestada

ROCA (AR).- Mientras continúa la investigación interna para determinar en qué circunstancias el joven Matías Nicolás Molina, de 17 años, se habría quitado la vida en un calabozo de la Comisaría Tercera, el Observatorio de Derechos Humanos efectuó un duro reclamo a las autoridades policiales por las condiciones en la cuales el menor había sido alojado y la falta de asistencia médica que se le debería haber brindado al momento de ingresar a esa sede policial.

Ayer se abrieron dos procesos para determinar responsabilidades en el caso ocurrido el viernes por la tarde cuando el adolescente -y según fuentes judiciales- fue detenido en inmediaciones del supermercado Vea, a pocos metros de la Ruta 22, en medio de un período prolongado de abstinencia.

Por un lado se intentaba confirmar si se trató de un suicidio, tal como establecieron las primeras diligencias efectuadas por el fiscal Miguel Fernández Jahde y la jueza Margarita Carrasco. Paralelamente, se inició una serie de investigaciones internas para determinar la responsabilidad del personal que en ese momento tenía a su cargo la seguridad del menor, quien se habría ahorcado utilizando su propia camisa.

Tras conocerse la noticia, hasta el propio jefe de la Policía, el comisario general Víctor Cufré, llegó hasta Roca y ayer se reunió con el personal de mando que encabeza el comisario Roberto García, para evaluar la situación y analizar los pasos a seguir.

El mismo viernes por la noche, y luego de confirmarse la noticia, representantes del Observatorio de Derechos Humanos se reunieron con los familiares de la víctima y elaboraron un documento donde indicaron que al momento de ser demorado Molina ya se encontraba en un estado de salud delicado y amenazaba con que se iba a lanzar a una pileta.

"En realidad lo trasladaron para resguardar su integridad física", dijo Ana Calafat, quien aseguró que ratificó que, lejos de hacerlo, el menor se habría quitado la vida en el propio calabozo de esa sede policial ubicada en pleno centro de la ciudad.

Para los representantes de este organismo está claro que la víctima no recibió la asistencia médica adecuada en un tiempo inmediato sino que la visita del profesional policial se habría producido varias horas después.

"Más allá de la investigación que debe realizarse para esclarecer las razones de la muerte del joven en la comisaría, queda claro que los lugares de encierro no son los adecuados para garantizar la integridad psicofísica de una persona", subraya el informe difundido ayer.

Y reiteraron que los menores "no deben permanecer en lugares de encierro", por lo que reiteraron sus críticas a las autoridades provinciales ante una muerte que "se podría haber evitado".

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí