Salvo honrosas excepciones, los jubilados bancarios y nuestras familias estamos abandonados: a pesar de que cada fin de mes en los respectivos recibos de haberes nos aplican el descuento correspondiente, carecemos del servicio de odontología, abonamos los remedios a precio de lista y encima cada vez que se requieren estudios como una radiografía o análisis de laboratorio indefectiblemente debemos, vía fax y llamadas telefónicas, pedir autorización al Osba de Roca. En mi caso particular, por mi dolencia tengo la necesidad de hacerme análisis clínicos cada 60 y 90 días, avalados por dos profesionales médicos que me atienden. Insólitamente, en esta oportunidad el médico controlador no aprobará los ítems correspondientes si no envío previamente los últimos análisis realizados y autorizados por la obra social.

No estamos a la vuelta de la esquina sino a 180 kilómetros; no tenemos privilegios como los afiliados de Roca, que se atienden en clínicas privadas y gozan de toda la cobertura. Nuestra historia no es la misma. Mi esposo hace 48 años que es afiliado a la Obra Social Bancaria; después de tantos años, toda una vida, no es justo tener que mendigar un servicio de salud. No nos interesa entrar en litigio y menos, tener que llegar a hacer este tipo de comentarios, ¡sólo pretendemos que nos respeten, señores, que no nos enferme más cada trámite que tenemos que hacer, que cumplan con el rol para el cual la mutual fue creada! Por favor, no nos roben más.

Vilma B. Verdecchia de Ieracitano

DNI 10.943.909