CIPOLLETTI (AC).- Agustín tiene 12 años, la potencia de un gran escritor y la timidez de un niño. Revolucionó a la primaria de Las Perlas cuando le avisaron que había ganado un premio por una historia que escribió: la del santuario del Maruchito ubicado cerca de Aguada Guzmán y al que concurre periódicamente con su familia.
Gracias a su trabajo, que obtuvo el tercer lugar en el certamen literario "Rincón Gaucho", la escuela recibirá 10.000 pesos para obras de infraestructura; mobiliario para la biblioteca y 100 libros.
Para Agustín también hay premios. Tendrá la posibilidad de conocer Buenos Aires cuando viaje, el 8 de noviembre, a recibir su distinción junto al director de la escuela 247, Fernando Russo y su mamá.
Además recibirá un viaje a un destino turístico de la Argentina y una mochila llena de libros.
Como el concurso "Rincón Gaucho" es organizado entre el ministerio de Educación de la Nación, el diario La Nación y la fundación Cargil, la historia de este chico de 6° grado también será publicada en ese medio de comunicación. El certamen tiene como objetivo rescatar la historia de los pueblos, sus mitos y tradiciones, algo que hizo Agustín Pedro Aranda entrevistando a parte de su familia que vive en un paraje cercano al santuario.
Con mucha timidez aseguró que fue el director de la escuela quien lo animó a ponerse a escribir, pero que la historia se le ocurrió a él. "Me llama mucho la atención cómo murió de dos puñaladas en el pecho que le dio el jefe del ejército", contó sobre parte de su relato. También que está "muy contento" con el premio.
Orgulloso, Fernando Russo, lo ayudó. Dijo que Agustín es un chico que cuando tiene tiempo libre fuera del horario escolar, va a la escuela, se sienta en una computadora y escribe historias de leyendas y relatos de gente de la comunidad. "Ahora está haciendo cuentos de terror", aclaró.
Parte de su familia vive en el paraje Lonco Vaca, cerca de Aguada Guzmán, y todos los años viajan para allá. "Es un lugar donde se cuentan muchas historias, después Agustín las escribe a todas", explicó.
La noticia sobre el premio les fue comunicada la semana pasada y desde ese día las sonrisas no dejaron de aparecer en los rostros de todos. Porque, en definitiva, es una buena noticia. Una de esas que hacen olvidar, aunque sea por un rato, las dificultades que cotidianamente enfrentan en la escuela.
"Siempre nos comunicamos con los medios para denunciar que nos faltan cosas, que hay dificultades con el transporte escolar, que necesitamos un edificio nuevo. Ahora también les queremos decir que uno de nuestros alumnos recibió un premio", aclaró Fernando casi como justificándose.
Si bien todavía no está completamente definido en qué se invertirán los 10.000 pesos que recibirá la escuela, se está pensando seriamente en construir un playón deportivo, algo que reclaman desde hace mucho tiempo y por el cual nunca obtuvieron ninguna respuesta.