Miembros de un equipo de conservación de Nueva Zelanda encontraron por casualidad el primer nido de lagarto tuatara que se conoce desde hace 200 años. Este animal, con aspecto de dragón, es el último descendiente de las especies que caminaron en la Tierra junto a los dinosarios hace más de 220 millones de años
El equipo de mantenimiento del Karori Wildlife Sanctuary en Wellington (Nueva Zelanda) estaba realizando labores de conservación en el parque natural cuando de repente topó con un nido de huevos de lagarto tuatara. "Sabíamos de la existencia de dos nidos de tatuara, pero no queríamos estorbarles para confirmar si contenían o no contenían huevos", explicaron.
El hallazgo de este nido abre la puerta a que existan otros en el parque natural, aunque prefirieron no excarvar en la tierra para averiguar cuántos huevos había en dicho nido. Es que las hembras de los tuatara no son especialmente maternales y se limitan a enterrar los huevos para protegerlos y abandonan el lugar.
Los tuatara son los únicos miembros inextintos del orden de los Sphenodon y son endémicos de Nueva Zelanda. El resto de especies de esta familia se extinguieron hace más de 60 millones de años, lo que ha llevado a los científicos a asegurar que este tipo de lagartos, similares a los míticos dragones y que pueden llegar a alcanzar unos 80 centímetros de longitud, son ´fósiles vivientes´.
En el siglo XVIII estuvieron a punto de la extinción en las islas que componen Nueva Zelanda debido al incremento en el número de depredadores, como las ratas. Hoy, los tuatara siguen viviendo en algunas pequeñas islas del país que han sido limpiadas de depredadores. (Agencias)