LIMA.- Un clima de alta tensión persistía ayer en la región peruana de Tacna, fronteriza con Chile, cuya población se mantiene en abierta rebeldía contra el gobierno peruano por cambios a una ley minera.
Un paro de 48 horas que concluyó el jueves en esa ciudad del extremo sur del país se convirtió desde ayer en una paralización por tiempo indefinido, anunció su presidente regional Hugo Ordóñez.
El jueves manifestantes incendiaron la gobernación y atacaron otros locales. "Nosotros no entregaremos ni un centavo del dinero que nos corresponde legítimamente, vamos a luchar, vamos a seguir peleando, no vamos a bajar la guardia", advirtió Ordóñez.
Tacna rechazó la aprobación, el jueves en el Congreso, de una ley sobre la distribución de un impuesto que paga la cuprífera Southern, del Grupo México, por considerar que se le recorta el canon minero que recibía anualmente. La modificación de esa ley se hizo ante la demanda de Moquegua, región vecina a Tacna, que reclamaba días atrás con paros y bloqueo de rutas un reparto equitativo de ese tributo, aunque ahora aprueba la decisión del Congreso.
Southern explota minas en ambas regiones. Sin embargo, la protesta pasó ahora a Tacna, que señala que recibirá menos dinero. Ello degeneró en una jornada de violencia el jueves con la quema del local de la gobernación y el ataque a las sedes del partido de gobierno, de la oficina recaudadora de impuestos y una radio regional.
Ayer los tacneños bloquearon un puente sobre la carretera Panamericana que une esa ciudad con Moquegua y sostuvieron refriegas con la policía antimotines que despejó el puente, pero con la amenaza de nuevos cortes de decenas de pobladores que permanecen en las inmediaciones.
Grupos de manifestantes dañaron durante la madrugada un canal que lleva agua a la provincia moqueguana de Ilo, mientras el Frente de Defensa de los Intereses de Tacna -que aglutina a sindicatos y gremios de la sociedad civil- anunció que prepara acciones concretas de lucha, aunque condenó el vandalismo del jueves. (DPA)
