SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Más de 50 pobladores de los parajes aledaños se acercaron a esta ciudad para reclamar ante el director de Tierras y Colonias, Daniel Tait, la regularización dominial de las tierras fiscales que ocupan desde hace décadas.
Vecinos de Pipil Cura, Pichileufu, Villa Llanquín y Comallo plantearon su preocupación por las demoras en las tramitaciones al funcionario, que pasó dos días en esta ciudad pero evitó todo contacto con la presa.
Durante su breve estancia en la región, Tait recorrió las poblaciones de Llanquín y Comallo y se comprometió a retornar en los últimos días de noviembre para reactivar las inspecciones.
El delegado local de la repartición, Juan Carlos Collueque, reconoció a "Río Negro" que "la mayoría son los pobladores genuinos de larga data" y que sus tramitaciones están demoradas porque "las inspecciones están desactualizadas".
Más de la mitad saneada
El funcionario aseguró que "se ha saneado, en cierta forma, entre un 50 y un 60 por ciento de lo que prometió (el subsecretario de Tierras, Jorge) Belacín entonces", aunque no pudo precisar la cantidad de pobladores productores beneficiados con los títulos de sus campos.
En diciembre del 2007, en el marco del conflicto desatado por la adjudicación irregular del campo de los Linares a un tercero, Belacín relevó unos 60 casos cuyos expedientes llevaban años abiertos sin resolución.
En febrero pasado Tierras inició el relevamiento dominial de los pobladores asentados en la margen oeste de la Línea Sur, para cumplir con el compromiso de regularización asumido por Belacín, pero no pudo completar la tarea por la cantidad de reclamos recibidos.
Collueque explicó que "ahora se viene a completar lo que se prometió el año pasado y otras adjudicaciones nuevas con inspecciones que se van a hacer entre el 25 de noviembre al 10 de diciembre".
Décadas esperando
El funcionario detalló que "la mayoría son pobladores genuinos de larga data, tenemos expedientes del año ´48, ´36, del año ´67, de los cuales algunos no están pero siguen los continuadores que son los familiares que han continuado con la explotación".
Uno de los problemas recurrentes en estos expedientes es el alto costo de las mensuras indispensables para completar el trámite de regularización dominial. "Cuando no la pueden afrontar toda la vida van a ser fiscal y toda la vida van a tener relación con la dirección General de Tierras", señaló.
Las inspecciones comprometidas para fin de mes servirán para despejar problemas de límites entre vecinos, deslindes, verificación de mensuras y definición de los responsables familiares de algunas explotaciones, entre otros aspectos.
El funcionario informó que "hay algunos pobladores, muy compenetrados en la producción, que han hecho la mensura y vinieron a solicitar la adjudicación en venta para tener el título de propiedad posteriormente".
Se trata de unos 10 campos con mensura aprobada entre El Manso, Pipil Cura y Villa Llanquín, tramitaciones que Collueque calificó como "un avance extraordinario".