Viernes 31 de Octubre de 2008 Edicion impresa pag. 37 > Deportes
Con su sello

Pedro Pompilio intentó dar un par de golpes de efecto apenas asumió en la presidencia de Boca, en junio del año pasado. Por un lado, fue el principal impulsor del regreso de Juan Román Riquelme, su niño mimado, y por el otro alimentó la idea de que había que darle mayor cabida a los juveniles.

Durante su extensa trayectoria en Boca ocupó cargos directivos en varias etapas, colaborando primero con Antonio Alegre, y luego fue vicepresidente de Mauricio Macri.

Pompilio tenía previsto viajar la semana próxima a Italia, para negociar con Genoa, que estaba interesado en el juvenil Joel Acosta, y había sufrido, hace unos diez años, un problema cardíaco, por lo cual, recientemente se había realizado estudios médicos. El miércoles, como siempre lo hacía, presenció cada minuto del triunfo "xeneize" ante Banfield, que le permitió quedar a tres puntos de los líderes. Como era un presidente muy querido por el plantel, el juvenil Pablo Mouche le regaló su camiseta tras convertir el gol de la victoria.

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