ROCA (AR).- Lo que iba a ser un fin de semana de pesca para un grupo de amigos y vecinos de General Roca, se transformó en una tragedia ayer por la tarde, cuando una de las camionetas que viajaba en dirección al paraje de Naupa Huén volcó en un camino de ripio, a unos 90 kilómetros al suroeste de esta ciudad. Dos de las personas que también circulaban en el vehículo fueron trasladadas de urgencia aunque se encontraban fuera de peligro.

El accidente ocurrió pasadas las 14:30, cuando una decena de personas partieron desde esta ciudad a bordo de tres camionetas. El objetivo era aprovechar la apertura de la temporada de pesca para pasar un fin de semana juntos.

Los rodados partieron en caravana y con una diferencia de entre 10 y 15 minutos. Al frente -y por las primeras informaciones difundidas- iba la camioneta Toyota Hilux -patente DNC 983- conducida por el odontólogo Jorge Betelú quien viajaba junto a Daniel Ernesto Carlino y en el asiento de atrás lo hacía Sebastián Minor.

En poco menos de una hora habrían completado el tramo de asfalto de la Provincial 6 que une Roca con la ruta 71 y que conduce hacia Cerro Policía. Desde allí tenían pensado continuar hasta Naupa Huén, a orillas del río Limay. Según las primeras estimaciones, la camioneta recorrió los últimos 15 kilómetros por un camino de ripio. Al llegar a una pronunciada bajada, el conductor habría perdido el control y fue así que el vehículo dio por lo menos dos vueltas hasta quedar sobre sus cuatro ruedas, en la margen norte del camino y en medio de matorrales. Carlino -de 57 años- habría salido despedido del interior del habitáculo y murió en el acto mientras que sus dos amigos quedaron aturdidos en el interior, a la espera de lograr la ayuda de sus compañeros que venían atrás.

Cuando el resto de las camionetas llegó al lugar se encontraron con la tragedia y rápidamente comenzaron a trabajar para trasladar a los heridos a Roca.

Anoche, el comisario Walter Pereyra, titular de la División de Seguridad Vial, informó que Betelú se encontraba internado en el Sanatorio Juan XXIII mientras que Minor no había ingresado a ningún centro médico por lo que calculan que ya se encontraba en su vivienda particular. La noticia sobre el trágico accidente provocó un profundo pesar en toda la comunidad ya que Carlino era una persona reconocida por su actividad comercial y al igual que el resto de sus amigos, eran profundamente amantes de la pesca. Varias de las personas que transitaban en el resto de los vehículos permanecían ayer por la tarde en el lugar del accidente, en medio de un cuadro de dolor y a la espera de que llegue la ambulancia para trasladar el cuerpo del amigo fallecido.