Viernes 31 de Octubre de 2008 Edicion impresa pag. 29 > Sociedad
Criancero denuncia contaminación

ALLEN (AA).- Aníbal Parra es un criancero de chivas que vive junto a su familia en las tierras que están situadas al Norte de la ciudad de Allen. Desde hace un largo tiempo tiene problemas para realizar el pastoreo de sus animales. Cerca de su hogar y en medio de las bardas, una empresa radicada en el Parque Industrial arroja cotidianamente miles de litros de desechos. Se trata de un líquido viscoso que tiene muy mal olor y que presumiblemente podría contener alcohol. Las chivas que beben ese residuo, mueren.

Parra, que se dedicaba a juntar cartones en la ciudad, llegó a la barda Norte con su mujer y sus tres hijos en el 2000. Fue en ese momento cuando se asentó en una franja de tierra que -según explicó- eran fiscales y por eso solicitó que se lo reconozca como ocupante. Allí construyó una precaria vivienda y comenzó a criar chivas.

"Llevo ocho años en este campo. En 2005 una empresa se metió y empezó a volcar el desecho. Yo les advertí que mis chivas comían en ese lugar, pero nadie me quiso escuchar. Sólo me mostraron una autorización municipal y me dijeron que tenían permiso para romper 10.000 m2 y realizar las fuentes para tirar el líquido", dijo el puestero.

"Río Negro" llegó hasta el lugar y pudo constatar las inmensas lagunas formadas por el vertido del residuo sobre las bardas. El residuo es trasladado hasta esa zona por camiones tanques fleteros que, según afirmó la familia Parra, hacen hasta cuatro viajes por día. También los Parra aseguraron que en varias oportunidades y, aprovechando la soledad de las lagunas, los atmosféricos descargaron aguas servidas en ese sector.

Las lagunas se convirtieron en un nido de moscas y mosquitos. Con el paso de los días ese líquido se va transformando en una pasta color marrón igual al orujo de las bodegas, aunque con un olor a alcohol mucho más fuerte.

"Tengo que estar cuidando mis chivas permanentemente. Ese desecho pareciera que es dulce y atrae mucho a mis animales. Las chivas de mis vecinos bebieron el líquido y murieron, así que si eso es tóxico para los animales también debe serlo para las personas", resaltó el criancero Aníbal Parra.

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