WASHINGTON.- La campaña electoral estadounidense da muestras de estar envenenándose a pocos días de las presidenciales, con prácticas engañosas como llamados a que los demócratas voten un día después de los comicios, DVDs que llegan por correo advirtiendo sobre un enfrentamiento con el Islam y denuncias de fraude. Se trata del frenesí de última hora de la política estadounidense con una parte hablando de juego sucio y la otra considerándolo un ejercicio del derecho a la libre expresión.
Por ejemplo, en Virginia está circulando un volante falso con el logo del estado, en el que se convoca a "todos los seguidores del Partido Republicano y a los votantes independientes a votar el 4 de noviembre como obliga la ley" y a quienes se registraron como demócratas a "votar el 5 de noviembre".
Panfletos similares advierten en Filadelfia que quien tenga multas de tráfico impagas u órdenes de detención en suspenso pueden ser detenidos si aparecen por los centros de votación. Estas prácticas engañosas están habitualmente dirigidas a las minorías, que este año apoyan abrumadoramente al demócrata negro Barack Obama.
"Es una insidiosa forma de supresión del (derecho al) voto que a menudo las autoridades no son capaces de impedir, y sus perpetradores casi nunca son capturados", señala un informe del grupo de control político Common Cause. Manos anónimas cambiaron la B del nombre de Obama por una S en carteles callejeros del norte de Virginia, de modo que se leyera "Osama-Biden", en un intento de vincular al demócrata y a su compañero de fórmula con Al Qaida y su líder, Osama bin Laden. Los expertos señalan que cuando se acerca una elección puede pasar cualquier cosa, mientras los demócratas tratan de esforzarse en reducir la abstención y los republicanos de influir sobre los indecisos.(AFP)