WASHINGTON.- La reducción del PBI de Estados Unidos en el tercer trimestre confirmó ayer los temores a una recesión en la primera potencia mundial, pero al ser menor a lo esperado, la mayoría de los mercados occidentales reaccionó con alzas moderadas.
La contracción de 0,3% del crecimiento estadounidense evidencia los efectos de la crisis financiera en empresas y consumidores, y contrasta claramente con el avance de 2,8% registrado en el segundo trimestre del año.
Además, la presidenta de la reserva federal de San Francisco, Janet Yellen, advirtió que la economía estadounidense puede contraerse con mucha más fuerza en el cuarto trimestre.
No obstante, los analistas habían previsto una caída del 0,5% en el tercer trimestre, por lo que la noticia no impidió la tendencia alcista, si bien moderada, de los mercados europeos y norteamericano, mientras los latinoamericanos subieron con claridad.
El índice Dow Jones de Wall Street cerró en alza de 2,13% y el Nasdaq en 2,51%, un día después del recorte por la Reserva Federal estadounidense (Fed) en medio punto porcentual, a 1%, de su principal tasa de interés.
También subieron las bolsas de Sao Paulo (+7,41%), Buenos Aires aumentó 6% y México subió 5,48%.
En Europa, la moderación se impuso en una sesión dubitativa, en la que las alzas llegaron a ser importantes. Finalmente, Londres cerró con una suba de 1,16%, Frankfort ganó 1,26%, Madrid, 2% y París, 0,15%.
En Asia, el recorte de las tasas en Estados Unidos prolongó el jueves por tercer día consecutivo la euforia en las bolsas asiáticas: Tokio cerró en alza de 9,96% y Hong Kong se propulsó 12,82%.
Por otro lado, la crisis financiera acaparó la XVIII Cumbre Iberoamericana que se celebra en San Salvador, pese a que formalmente este año está dedicada a la juventud y el desarrollo.
Una crisis económica mundial como la actual es un "evento que se produce una vez en un siglo", declaró por su lado el primer ministro japonés, Taro Aso, al anunciar medidas para estimular la actividad de la segunda economía mundial.
El paquete, de un monto de 277.000 millones de dólares, incluye una reducción de impuestos, ayudas directas a los hogares y préstamos a pequeñas empresas, entre otras iniciativas.
Desaceleración en Brasil
En Brasil, el ministro de Economía, Guido Mantega, descartó ante el Congreso que su país pueda entrar en recesión en 2009, aunque admitió que habrá una desaceleración de la actividad. "No creo que tengamos una recesión en Brasil. Podrá haber una caída en la recaudación fiscal. Habrá sí una desaceleración, pero no al punto de desequilibrar nuestras finanzas", dijo Mantega. (AFP)